«Dos amigos míos se quedaron en España»

La Razón, 12-06-2006

Los «vuelos solidarios» a la Península para descongestionar una de las
zonas con mayor presión migratoria, como es Canarias, comenzaron a
fletarse en 2002. Sin embargo, no es hasta el 28 de enero de 2005 cuando
el Consejo de Ministros aprueba un Plan de Traslados que prevé traslados
sistemáticos concertados con las autonomías y un itinerario de acogida
para que se pueda aplicar una política de integración con estas personas
coordinada con las administraciones autonómicas, locales y ONG.
   Médicos del Mundo ha denunciado que la mayoría de los subsaharianos que
aterrizan en Málaga reciben atención durante diez días por una ONG que en
ese margen de tiempo les asegura alojamiento, manutención y trata de
ponerlos en contacto con familiares o amigos. Si los encuentran, les pagan
el viaje «en un intento de salir del paso por razones de estética»,
manifiesta Gabriel Ruiz, presidente de Médicos del Mundo en Málaga. En
caso contrario, «se quedan en la calle sin nada».
   Los
subsaharianos que en octubre pasado se encontraban en el Centro de
Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla querían ser trasladados a la
Península, incluso con órdenes de expulsión, convencidos de que si no se
legalizaba su situación intentarían marcharse a otros países de la Unión
Europea. Algunos de ellos aseguraban entonces que no temían que sus
expedientes se resolvieran con órdenes de expulsión si su destino era un
centro de internamiento de la Península porque «desde allí no te
repatrían, te puedes quedar en España, como les ha pasado a dos amigos
míos que también vinieron a España hace poco», decía un nigeriano.
   

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