Rohinyás. Malasia
Malasia detiene a 269 refugiados rohinyás cuando trataban de entrar en barco
La Vanguardia, , 10-06-2020Bangkok, 9 jun (EFE).- Las autoridades de Malasia detuvieron a 269 refugiados de la perseguida minoría rohinyá, procedente de Birmania (Myanmar), cuando trataban de entrar en el norte del país en un barco, en el que se encontró el cadáver de una mujer, informaron fuentes oficiales.
El barco fue interceptado a primera hora de la mañana del lunes por la Guarda Costera y la Agencia Malasia de Fronteras Marítimas (MMEA) cuando trataba de acercarse a las costas de Langkawi, en el noroeste del país, según un comunicado oficial publicado la noche del lunes y recogido por la agencia de noticias estatal Bernama.
“Cuando el (barco de la MMEA) KM Kimanis se acercó a la embarcación, 53 de los rohinyás saltaron al agua y nadaron hasta la costa, pero fueron arrestados por miembros de la MMEA que les estaban esperando. En el registro del barco se encontraron 216 rohinyás a bordo y el cuerpo de un mujer”, señala el comunicado de la MMEA.
“SOLICITANTES DE ASILO”
Según la agencia Bernama, el motor del barco había sido destruido, por lo que las autoridades no pudieron empujarlo a alta mar, como ya han hecho en otras ocasiones, la última de ellas el pasado 17 de abril, cuando un barco con unos 200 rohinyás fue interceptado frente a las costas de Langkawi y posteriormente expulsado a alta mar.
Los refugiados, que la MMEA tilda de “inmigrantes ilegales” en su comunicado, se encuentran bajo detención, en un momento en el que está aumentando en Malasia la xenofobia contra los rohinyás y la policía ha lanzado redadas contra inmigrantes indocumentados en zonas afectadas por la pandemia de COVID-19, lo que ha suscitado críticas de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
“Los rohinyás que estaban en aquel barco no eran delincuentes sino solicitantes de asilo que necesitan seguridad y protección. La detención sistemática de emigrantes y refugiados es vergonzosa e ilegal”, señaló Kasit Piromya, exdiputado tailandés y miembro de la ONG regional Parlamentarios de la ASEAN por los Derechos Humanos (APHR).
Según Amnistía Internacional (AI), unos 800 rohinyás llevan vagando a la deriva durante dos meses en al menos dos barcos en el golfo de Bengal, mientras son rechazados por diversos países por temor a que sean portadores del nuevo coronavirus, aunque aún no se ha confirmado si los detenidos el lunes formaban parte de ellos.
APÁTRIDAS
La inmensa mayoría de los rohinyás son apátridas a los que el Gobierno birmano arrebató la ciudadanía a principios de los noventa y ha sometido durante decenios a un régimen de discriminación por considerarlos inmigrantes ilegales de Bangladesh, a pesar de llevar generaciones viviendo en el estado de Arakan (en el oeste de Birmania).
En agosto de 2017, el ejército birmano lanzó una campaña militar contra los rohinyás en el norte de Arakan, tras varios ataques de insurgentes del Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán (ARSA) contra puestos policiales y militares.
El brutal operativo militar, por el que el Gobierno birmano se enfrenta a una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, provocó el éxodo de unos 725.000 rohinyás a la vecina Bangladesh, donde continúan hacinados en el mayor campo de refugiados del mundo.
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