Ni en época de crisis el campo atrae trabajadores. Encontrar personal autóctono para la inminente campaña de recolección es labor imposible, con el consiguiente riesgo de que se pierdan cosechas. Sí, aunque parezca mentira, en Gipuzkoa acaban en el compostaje pimientos o guindillas que no se han podido recoger a tiempo por falta de brazos.

Por esta razón ENBA, a través de la organización Asaja y en colaboración con la empresa Esri España, especializada en tecnología de localización, ha puesto en marcha una bolsa de trabajo para el sector agroganadero. Su objetivo es canalizar la demanda de empleo hacia los productores que necesitan mano de obra de cara a las campañas de recolección. El sector agrario vasco requiere para los próximos meses trabajadores para la recogida de hortalizas, verdura y, más adelante, fruta y uva, así como para labores de ganadería.

Iñaki Goenaga, presidente de ENBA, confía en que la bolsa palíe un problema «estructural» en Gipuzkoa. En 2017, últimos datos disponibles, se firmaron 306 contratos para agricultura y ganadería, y 341 para selvicultura. En el caso de la ganadería, el sindicato no dispone de información. Su presidente indica que la demanda es más estable que en la agricultura, si bien hay picos en las épocas de siega de hierba o partos.

Las claves
INICIATIVA NOVEDOSA
ENBA, junto a Asaja, ha activado una bolsa de trabajo para captar personal en todo el Estado
PROBLEMA ESTRUCTURAL
Los sueldos de la industria y la hostelería, y la falta de relevo generacional, restan atractivo al sector
PRODUCCIÓN EN GIPUZKOA
En 2019 aumentó un 9,1% respecto a 2018 debido a la óptima evolución de las frutas y verduras
Goenaga explica que la carencia de recolectores va en aumento, en paralelo a un relevo generacional inexistente. «Este es un problema que afecta a toda Europa pero, en nuestro caso, resulta especialmente agudo, dada la cercanía de sectores económicos como la industria y los servicios. Por tanto, es dificilísimo encontrar mano de obra. En una sociedad tan urbana e industrial como la nuestra –lamenta el presidente de Enba– el caserío es el último de los sectores en los que la gente fija su mirada».

Hasta el momento esta situación se ha ido resolviendo mediante la contratación de inmigrantes que viven en el territorio. «Otros provienen –explica Goenaga– de diferentes comunidades del Estado y han trabajado aquí en campañas anteriores. Finalmente, se da algún caso excepcional de inmigrantes que vienen exprofeso para la recolecta». El presidente de Enba señala que quienes llegan de fuera se alojan en domicilios ajenos a la explotación y se les aplica las condiciones laborales fijadas por la legislación.

Goenaga considera positiva la iniciativa puesta en marcha en colaboración con Asaja. «Se trata de una plataforma digital sustentada en una geolocalización y que pone, sin trabas burocráticas, en contacto a los demandantes de empleo y a los ofertantes, los baserritarras». Ahora bien, el presidente del sindicato advierte de que la herramienta será efectiva «en función de que unos y otros se registren en la bolsa y realicen sus previsiones con tiempo, sin dejarlo hasta el último día o la víspera».

Goenaga destaca que la plataforma es un primer paso para modernizar la búsqueda de trabajadores y su contratación, «Queremos que perdure a lo largo del tiempo para ir generando una bolsa estable. En otras comunidades –añade el presidente de Enba–, por lo que nos cuentan, ha facilitado que gente totalmente ajena al campo pueda ponerse en contacto con los empresarios agrarios».

La plataforma permite a quienes buscan empleo canalizar sus solicitudes. Por su parte, los ofertante disponen de la demanda real de recolectores en localidades de todo el Estado. El servicio se encuentra operativo desde el 8 de abril a través de www.asaja.com. El peticionario de empleo debe rellenar un formulario donde han de constar sus datos personales, así como el domicilio y las campañas agrarias en las que quiere participar

La bolsa contendrá un listado de productores y elaboradores, que también deberán registrarse. Estos incluirán información sobre el número de personas requeridas, las labores a realizar y las fechas previstas. Firmarán un convenio de protección de datos y se le suministrará la relación de demandantes interesadas en su oferta.

Incremento de producción
Esta falta de personal resulta más acuciante en una etapa en la que la producción agraria en Gipuzkoa se encuentra en ascenso. En 2019, según ENBA, se incrementó un 9,1% con respecto al año anterior, debido sobre todo a la buena evolución de las hortalizas y las frutas.

También destacó el espectacular incremento de la tala de pinares provocado por la rápida extensión de la plaga de la banda marrón. Esta inusual actividad tuvo como resultado un incremento de la producción forestal del 52,5%, aunque los precios bajaron casi cuatro puntos porcentuales.

Los principales responsables de esta buena evolución de la agricultura guipuzcoana fueron las hortalizas y las frutas, con incrementos del 12,9% y 16,6% respectivamente. Este notable aumento vino acompañado de un mantenimiento de los precios, lo que repercutió en mayores beneficios para los propietarios de cultivos.

La actividad ganadera se mantuvo similar a la del año anterior, reduciéndose su producción solo siete décimas, afectada sobre todo por el ganado ovino, cuya carne descendió un 10,6%, en tanto que la leche lo hizo un 4,4%. El bovino, en cambio, se comportó de manera positiva, al igual que la producción porcina.

La evolución de Gipuzkoa contrasta con la del conjunto de Euskadi, donde se constataron disminuciones en todas las actividades del primer sector. Así, la correspondiente a la agricultura descendió un 5,6% mientras que la ganadera lo hizo en menor medida, un 1,6%.