- La realidad de una España con una elevada tasa de inmigración ha dejado de ser ya una expectativa de futuro. El nuestro es ya probablemente el segundo país europeo con más residentes extranjeros en cifras totales, según revela el estudio Población extranjera en los países miembros de laUE,elaborado por la agencia europea Eurostat, completado con datos oficiales y de institutos estadísticos.
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Sólo Alemania, que en el 2004 tenía registrados a 7.342.000 ciudadanos de otros países, supera a España en todo el continente, a pesar de que el nuestro es sólo el quinto país en cuanto al número de población. Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan la población no española en 3.730.000 personas a 1 de enero del 2005. El año anterior, el incremento de población foránea fue muy superior a los 600.000, y muy similar al del 2003. Todo ello hace pensar que 18 meses después del último dato oficial la población extranjera que vive en España supera de sobra los cuatro millones.
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En esas mismas fechas el Gobierno francés cifraba su población extranjera en 3.965.000 personas, pero con incrementos anuales de en torno a 140.000 inmigrantes. La evolución de los últimos años en el país vecino y la cifra de 90.000 inmigrantes regularizados en España en sólo tres meses de este mismo año permite pensar que ya son más los extranjeros que residen al sur de los Pirineos que en Francia.
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El dato puede llamar la atención de quien conozca de cerca la realidad francesa, donde la inmigración es un hecho cotidiano desde los años sesenta, pero tiene una fácil explicación
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