Laurent Bonelli ve difícil que en España haya episodios racistas como en Francia La inmigración no tiene nada que ver con el aumento de la inseguridad ciudadada y la violencia contra la mujer. Lo negó ayer, con toda rotundidad, el sociólogo y profesor de la Universidad de París X – Nanterre, Laurent Bonelli, durante las jornadas que sobre la cuestión se están celebrando en Les Corts.


En su opinión, “la violencia de género no tiene clase social y la delincuencia de calle la ejercen los pobres por su condición social no por ser inmigrantes”.


El experto indicó que cada país vive una situación diferente y, por ello, no consideró la posibilidad de que en España se desencadenen actos de violencia racista como los episodios vividos en Francia durante el pasado otoño.


Los problemas sociales como la precariedad laboral, el regreso de la violencia juvenil, la concentración en barrios de personas de clase social baja y el endurecimiento policial y judicial fueron, en su opinión, “la chispa que originó los conflictos en Francia”.


Reclamó de los gobiernos la integración de los inmigrantes en los procesos democráticos para “que tengan voz y puedan elevar sus quejas”, así como políticas de “alojamiento social y planes para situar a la juventud sin cualificación”.


Julio de España, sin comentarios

Respecto a la vinculación que Amando de Miguel estableció en el primer debate entre delincuencia e inmigración, el presidente de Les Corts, Julio de España, se limitó a decir: “Ni comparto ni dejo de compartir. Todas las opiniones son respetables y debo amparar la libertad de expresió. Guardo para mi fuero interno la opinión sobre el tema”.


Otros participantes en las jornadas, como el catedrático de Derecho Internacional de la Universitat de València, José Luis Iglesias, defendió la necesidad de integrar plenamente al inmigrante mediante planes de acogida, lucha contra la discriminación, el racismo y la xenofobia “a través de un estatuto general en el conjunto de la Unión Europea”.


Por su parte, el presidente del Parlamento de Castilla – León, Manuel Fernández, señaló la necesidad de de “abrir las instituciones para que los inmigrantes entren en el juego democrático y evitar de esta forma que se produzca marginalidad política en este sector de la población”.