Policías de Lleida imponen su ley a golpes entre los negros del gueto

Un mosso d'Esquadra admite ante las cámaras de 'Público' que "hay casos, hay casos".

Público, FERRAN BARBER , 11-05-2020

formalmente a alguno de sus atacantes por temor a las represalias o, sobre todo, por su absoluta ausencia de fe en el sistema y la imparcialidad de los tribunales a la hora de enjuiciar las acciones de los policías. Todos coinciden en que esta no es la conducta habitual de la mayoría de los agentes que realizan su trabajo en esa zona, sino de varios de ellos. Es decir, lo que sale a la luz es en realidad mucho más grave.

A los testimonios recogidos por este diario, se suman las quejas documentadas por activistas catalanas como Nogay Ndiaye, afiliada de la CGT y miembro, entre otros colectivos, de la Plataforma Fruta con Justicia Social, la Asociación de Senegaleses de Lleida y del Forum de entidades de inmigrantes de Lleida. El audio de la entrevista completa realizada por este diario se recoge también en esta información y añade todavía algunas dudas más acerca del proceder de ese puñado de policía corruptos cuya existencia reconocía el mosso. Son tantas y tan minuciosas las denuncias recabadas por Ndiaye –catalana mestiza, con ancestros senegaleses– y el colectivo del que forma parte que dejan pocas dudas acerca de su veracidad, y aún plantean más interrogantes sobre cómo ha sido posible que se creen estos espacios de impunidad.

“Si se limitaran a identificarlos, no irían más allá de sus funciones policiales. Sin embargo, esto ocurre constantemente con personas a las que no se les justifica ni el por qué; se les humilla en público y muchas veces, ni los apartan a portales para desnudarlos; les meten las manos en la boca; les agreden; les pegan y les tiran al suelo. Existen otros casos en que policías van a buscar a alguien en concreto, se lo llevan a un rincón; le agreden y se llevan las cosas que podrían llevar encima: bolsitas de marihuana, cocaína. En ocasiones, se hace una denuncia y en otros, no. Eso nos ha llevado a plantearnos qué pasa con todas esas sustancias incautadas. Un policía ha venido, ha agredido, se ha llevado a un presunto traficante se ha llevado sus pertenencias, no lo ha identificado y se marcha. A nosotros, solo nos lleva a una posible solución”.

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