En medio de paredes y techos con grietas, entre un olor nauseabundo y sin luz ni agua. Así dormían hasta ayer varios inmigrantes en dos edificios abandonados de la Plaza San Francisco.

Por orden del Ayuntamiento, agentes de la Policía Local de Cartagena acudieron hacia las once de la mañana de ayer a los inmuebles, situados en los números 10 y 11, para desalojar a los okupas y clausurarlos.

Acompañados de una brigada de infraestructuras municipal, los agentes accedieron al interior de los bloques y los revisaron con linternas. Sin embargo, no encontraron a ninguna persona en su interior.

«Estos pisos están vacíos desde hace ya cinco o seis años. Pero desde hace un mes se estaba metiendo aquí gente a dormir y han intentado robar varias veces en mi casa entrando por el balcón», comentó Martín Segura, vecino de un edificio contiguo.

Fuentes municipales indicaron que los edificios cerrados por la Policía están catalogados como propiedades en ruina y serán derribados, al igual que muchos otros situados en calles del casco histórico como Honda, Villalba o San Cristóbal la Larga.