Sevilla, 7 may (EFE).- La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a una ciudadana china a dos años y once meses de cárcel por lucrarse explotando sexualmente a mujeres orientales en condiciones “desproporcionadas y abusivas” y ha absuelto a su novio, para quien la Fiscalía pedía seis años de prisión.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la Sección Séptima absuelve a M.Y. de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual en concurso medial con otro de prostitución coactiva, mientras que a Z.Y.G., para quien el Ministerio Público solicitó tres años de prisión como coautora del segundo delito, la condena por prostitución y le impone 3.060 euros de multa y que indemnice a una víctima con 15.000 euros.

El tribunal considera probado que, al menos entre abril y septiembre de 2017, la acusada “explotaba la prostitución ejercida” por X.W. “y otras chicas orientales” en una vivienda junto a la Gran Plaza de la capital sevillana.

Las prostitutas trabajaban “con su consentimiento (…) pero bajo el control” de la procesada, que contactaba telefónicamente con los clientes y “fijaba y recibía el precio de los servicios sexuales”.

Las jóvenes “percibían una ínfima parte, aproximadamente un 10%”, vivían “hacinadas en un cuarto de unos ocho metros cuadrados con dos literas en las que estaban todas sus pertenencias” y trabajaban “hasta la extenuación”, ya que estaban “disponibles las 24 horas del día”.

La encausada, en cambio, se lucraba hasta el punto que en quince días de julio obtuvo ganancias que superaron los 10.000 euros.

El acusado, que fue defendido por el abogado Diego Silva, era novio de Z.Y.G., poseía una vivienda en la que ella “vivía y pernoctaba en ocasiones” y dirigía un restaurante desde 2012.

El 21 de septiembre de 2017, agentes de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) hallaron en la primera casa cuatro libretas con anotaciones de los servicios sexuales y “una gran cantidad de preservativos”, entre otras cosas, mientras que en el domicilio del encausado intervinieron “diez cajas de preservativos y 209 dosis de productos para higiene anal que había adquirido la acusada”.

En la sentencia, fechada el 5 de mayo, el tribunal desestima el delito de trata contra M.Y. al valorar que “sólo en una ocasión” fue visto en el prostíbulo y lo absuelve de prostitución porque “de las conversaciones telefónicas grabadas no se puede deducir de manera patente que participara en el control y la explotación de las chicas”.