Marruecos registra una reducción del 65% de los intentos de entradas ilegales a España

La Vanguardia, 09-06-2006

- Jalid Zeruali, principal responsable de la vigilancia de las fronteras del Ministerio del Interior, explicó la semana pasada que durante los primeros dos meses y medio del 2006 se han abortado 5.500 intentos de entrar de forma ilegal a España. De estos, 2.000 fueron protagonizados por marroquíes y 3.500 por inmigrantes subsaharianos. El periodo analizado abarca desde el 1 de enero haste el 15 de marzo de este año en relación con el mismo espacio de tiempo del 2005.
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Zeruali estimó que los intentos de entrada ilegal en territorio español han bajado un 65% en este periodo gracias al importante despliegue de fuerzas de seguridad y del ejército en las inmediaciones de los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla. Para demostrar que Marruecos sigue siendo un país de tránsito no abandonado por los traficantes de seres humanos, el responsable de Interior cifró en 120 las mafias que han sido desarticuladas. Aunque es necesario señalar que muchas de estas redes están compuestas por pocas personas, a menudo con vínculos familiares, que actúan de forma independiente o realizan una parte del trayecto cobrando directamente del inmigrante. “Ceuta y Melilla son dos pequeñas ventanas que representan un gran factor de llamada para los inmigrantes clandestinos”, comentó Zeruali después de explicar las obras que el Gobierno marroquí ha realizado en la frontera – un hoyo de varios metros de profundidad pegado a la valla y la instalación de casetas permanentes de vigilancia en la frontera nordeste, junto a Argelia – para reducir las expectativas de las personas que intentan alcanzar territorio europeo.
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Para que las comparaciones fueran más explícitas, Zeruali recordó los datos del 2005; más de 480 redes de inmigración clandestina desmanteladas (el 60% más que en el 2004) y 30.000 intentos de emigrar abortados.
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Ante la Cámara de Consejeros, Chakib Benmusa, ministro de Interior marroquí, también demostró la semana pasada, que Marruecos se está esforzando en aplicar una “aproximación global, lejos de la visión puramente securitaria” en la gestión del problema de la inmigración clandestina. Sus palabras contrastan con el importante despliegue que, meses después de los saltos masivos en las vallas de Ceuta y Melilla, el Ejecutivo marroquí mantiene en previsión de un posible rebrote de los intentos de salto por parte de grupos aislados que, según organizaciones locales de derechos humanos, apenas tienen medios para sobrevivir. También la medida extraordinaria de construir puestos fronterizos a lo largo de los límites con Argelia indica que las autoridades marroquíes han buscado una alternativa a las expulsiones expeditivas, realizadas por la noche, y que se resolvían con el regreso pocos días después de los mismos inmigrantes a territorio marroquí.
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A pesar de que Rabat no ha avanzado en acuerdos de repatriación con los países de origen de los inmigrantes clandestinos subsaharianos, sí que se han regularizado las salidas de aviones hacia Senegal y Mali.
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Por otro lado, las reuniones preparatorias de la cumbre euro – africana sobre inmigración y desarrollo que se celebrará en Rabat en julio continúan y ayer hubo un encuentro en Dakar (capital de Senegal).
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