Una pareja nigeriana ha sido detenida en Móstoles (Madrid), acusada de secuestrar al hijo recién nacido de una compatriota para obligar a su madre a ejercer la prostitución. El pequeño, que ahora tiene 3 años, ha permanecido todo este tiempo encerrado en el piso de sus raptores, sin que los demás vecinos supiesen siquiera de su existencia. Los arrestados también empleaban rituales de vudú para atemorizar a la mujer.

Este rocambolesco caso de explotación salió a la luz hace un año, cuando la víctima presentó una denuncia ante los Mossos en Lérida. Según explicó, unos compatriotas la habían traído a España de forma irregular y, después de robarle a su hijo, la habían obligado a prostituirse para pagar una supuesta deuda de 45.000 euros y recuperar al pequeño. La mujer se vio forzada a trabajar en clubes de distintos puntos de España.

Los agentes de la Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía tuvieron conocimiento de la denuncia el mes pasado y descubrieron que la pareja acusada del secuestro vivía en el Parque Coimbra de Móstoles. Se trataba de Becky F., de 27 años, y Faith N., de 24, que vivían con su hija de año y medio y otra joven también nigeriana. En apariencia, del niño raptado en 2002 no había ni rastro, pero un vecino aseguró haber escuchado en alguna ocasión el llanto de un pequeño que no era el bebé de los sospechosos.

El dispositivo de vigilancia de la vivienda dio fruto cuando los policías vieron que un niño asomaba la cabeza desde el balcón: se trataba del pequeño arrebatado a su madre hace cuatro años. A pesar de que era el único pequeño de raza negra del bloque, ningún residente lo había visto nunca, ya que lo mantenían encerrado y sin escolarizar. Aunque su estado de salud es bueno, presenta cierto retraso en su desarrollo y apenas habla. Los agentes también hallaron sobres con restos orgánicos utilizados en rituales de vudú.