Sucesos. Rescatado un niño de 4 años secuestrado al nacer. Una pareja se lo robó a su madre. La forzaron a prostituirse y a pagar 45.000 euros para devolvérselo Al fin libre. La policía ha liberado en un piso del Parque Coimbra de Móstoles a un niño de cuatro años que permanecía secuestrado desde su nacimiento, hace cuatro años. La criatura fue robada a su madre, nigeriana, nada más venir al mundo por una pareja de compatriotas. La mujer lo alumbró el 20 de agosto de 2002 en el hospital de Móstoles. Una semana después le arrebató el bebé la pareja que se encargó de traerla a España. Los secuestradores le dijeron que no le devolverían al niño mientras no abonase los 45.000 euros que había costado conducirla desde Nigeria a Madrid. Para pagar el dinero la obligaron a prostituirse por distintos clubs.

La mujer fue realizando distintas transferencias bancarias hasta reunir la cantidad adeudada. Pero no le entregaron al niño y puso una denuncia en la comisaría de Sort (Lleida). Tras varios meses de investigación, el grupo VIII de la Brigada Provincial de Extranjería localizó al niño y lo rescató del piso. El pequeño estaba en buen estado físico aunque no habla y sufre un pequeño retraso.

La madre ya ha rehecho su vida y tiene una pareja estable con la que vive en Granada. Tiene otro hijo y espera someterse a las pruebas de paternidad para que un juez le devuelva a su niño.

Los nigerianos detenidos son Becky F., de 27 años, y Faith N., de 24. Están acusados de prostituir a más mujeres nigerianas.

La dramática historia de esta madre salió a la luz hace un año. La mujer delató su historia a los Mossos d’Esquadra, que trasladaron el caso al Grupo de Menores de la Policía Judicial y a la Brigada de Extranjería y Documentación de Madrid.

Según el relato de la víctima, la mujer fue introducida ilegalmente en España por la pareja ahora detenida. Aseguró que tardó más de un año en hacer la travesía, ya que permaneció mucho tiempo en Mauritania y en Marruecos a la espera de salir en patera hacia la península.

Explicó que se quedó embarazada durante uno de los trayectos. El final del viaje fue agónico, ya que estaba embarazada de ocho meses cuando llegó a España. Su primer hijo nació sin dificultad en el hospital de Móstoles. Tras el parto inscribió al niño en el Registro Civil de Fuenlabrada. Pasó varios días descansando con su bebé en un domicilio junto a la pareja de nigerianos que la habían traído hasta España a través de varios intermediarios.

Pero el matrimonio le robó el bebé y se lo llevaron a otro domicilio. Le dijeron a la mujer que lo recuperaría cuando hubiese pagado los 45.000 euros. Ellos mismos le indicaron que debía ejercer la prostitución para pagar la deuda.

Todo este relato de desventuras se encontraron los agentes de Madrid, que se pusieron a buscar al niño. Como era de esperar, los secuestradores ya no estaban en el piso de Fuenlabrada.

Los agentes de la Brigada de Extranjería confirmaron que el nacimiento del niño estaba inscrito en el registro civil de Fuenlabrada, en la fecha indicada por la madre y con el nombre de ésta. Finalmente, las investigaciones permitieron localizar a la pareja en un piso de la calle de La Haya, en la urbanización Parque Coimbra de Móstoles. Los agentes comprobaron que los sospechosos convivían con una niña pequeña y otra joven nigeriana. Pero ninguno de los residentes sabía nada del menor sustraído en 2002.

Sin embargo, uno de los vecinos dijo que, quizás, había oído el llanto de un niño que podía no ser la hija de la pareja. Este testimonio llevó a la Policía a montar un dispositivo de vigilancia permanente hasta que el pasado martes vieron a un pequeño que se asomaba al balcón. Inmediatamente, registraron el piso. Allí hallaron el pasaporte de su madre y el Libro de Familia, además de restos orgánicos utilizados en rituales vudú para atemorizar a la mujer. Los captores tenían encerrado al niño en la casa, casi siempre solo, sin escolarizarlo y sin inscribirlo en ningún registro.

El menor sólo sufre un ligero retraso

El menor, de cuatro años, se encontraba en perfecto estado de salud cuando el pasado martes fue liberado por la policía en un piso de la urbanización Parque Coimbra de Móstoles. Sólo presentaba algún problema de estimulación y un cierto retraso en su desarrollo, según las fuentes policiales. El niño no estaba escolarizado ni figuraba inscrito en ningún padrón del Ayuntamiento de Móstoles. A tenor de la documentación requisada por la policía nunca había sido atendido en ningún centro de salud.

A pesar de ser el único niño de raza negra que había en el bloque, casi nadie lo había visto allí ni en los parques infantiles de la zona. El pequeño ha sido entregado al servicio de Protección de Menores de la Comunidad de Madrid. Será devuelto a su madre por el juez después de que las pruebas de paternidad demuestren que ella es la progenitora.