Zapatero y Popescu crean un grupo de trabajo para controlar las bandas criminales rumanas

El Mundo, 09-06-2006

El presidente asegura que España y Rumanía tienen en común «la forma de vida de sus ciudadanos» MADRID. – José Luis Rodríguez Zapatero dispensó ayer una calurosa acogida al primer ministro rumano, Calin Popescu Tariceanu, al que aseguró el apoyo incondicional de España en la recta final de su proceso de adhesión a la Unión Europea, prevista para el próximo 1 de enero, y al que garantizó un trato integrador para todos los inmigrantes que procedan de su país, a quienes se refirió como «una comunidad en general muy bien integrada y muy apreciada en sus localidades de residencia».


Pese a estas afirmaciones, protocolariamente amables, el presidente del Gobierno planteó y acordó con su homólogo rumano la creación de un grupo de trabajo bilateral dedicado en exclusiva a la inmigración y cuyo primer objetivo será la cooperación policial a efectos de intensificar el control de las bandas criminales de origen rumano que operan en territorio español.


Zapatero mantuvo ayer una larga entrevista con su homólogo rumano que estuvo seguida de una declaración institucional de ambos sobre la que no se permitieron preguntas de la prensa.


El presidente aprovechó su turno de anfitrión para destacar lo «mucho que España tiene en común con Rumanía». A saber: «la lengua, la cultura y la forma de vida de sus ciudadanos». En definitiva, aseguró, «somos socios del sur de Europa, pertenecemos al club del Mediterráneo y de los países latinos».


Es en este marco en el que España espera encontrar en Rumanía un socio afín dentro de la UE. Popescu, por su parte, también confía en obtener de España todo el apoyo para el difícil y largo proceso que le espera tras la entrada formal en la Unión.


La inmigración y el próximo ingreso de Rumanía en la Unión Europea fueron los dos temas que centraron la reunión de los dos primeros ministros. En ambos casos se decidió crear un grupo de trabajo.


En relación con la inmigración rumana, Zapatero cifró en 317.000 los rumanos legales en territorio español y apuntó que 165.000 de ellos están afiliados a la Seguridad Social.


Según el presidente del Gobierno, se trata de la tercera comunidad extranjera en España, que contribuye al desarrollo económico y social del país y a la que, en consecuencia, hay que «integrar al máximo sin dejar resquicio a ningún tipo de discriminación».


En este sentido, Zapatero discutió con su homólogo acerca de las posibilidades de intensificar la colaboración con vistas a la mencionada integración, facilitar el envío de las remesas y el acceso a las prestaciones de la Seguridad Social, y ofrecer mayores perspectivas de futuro.


No obstante, el presidente no pudo obviar los problemas de delincuencia que han introducido en España bandas criminales originarias de Rumanía. Zapatero aseguró que éste es un asunto que preocupa a los dos gobiernos. Así se refirió al convenio firmado el 30 de marzo por los dos ministros del Interior para luchar contra la delincuencia organizada. Este convenio fue trasladado a las Cortes por el Consejo de Ministros hace una semana.


Además de ello, se ha aprobado un grupo de trabajo que se centrará en las cuestiones relativas a la inmigración. Su objetivo será, según Zapatero, mejorar «el buen nivel de cooperación policial mediante el intercambio de información operativa, el seguimiento de las nuevas formas delictivas por grupos organizados y el intercambio de funcionarios».


Por lo que se refiere a la integración de Rumanía en la UE, España ofrece un segundo grupo que ayudará a la Administración rumana a rentabilizar el dinero de Bruselas. El primer ministro rumano destacó este acuerdo porque permitirá a su país aprovechar la experiencia de lo que dio en llamar «el milagro español».

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