La entidad SOS Racismo ha presentado este lunes el ’Informe sobre el estado del racismo en Cataluña y ha demostrado, un año más, que la discriminación no se detiene, sino que aumenta. De las situaciones de racismo identificadas del año anterior, las mayoritarias son entre particulares (27%), ejercidas por la seguridad pública (15%) y servicios privados (13%). “El racismo entre vecinas se identifica erróneamente como problemas de convivencia o culturales y, por tanto, no se incide en esta discriminación y no se crean políticas públicas contra el racismo en el ámbito de la convivencia” , destaca el informe.

Este 2019, la entidad ha atendido un total de 677 personas, 148 más que en 2018 (529 ). De éstas, 519 se han dirigido por primera vez en la entidad y 188 de las situaciones han sido identificadas como racistas. De estas, 19 casos (15%) son considerados de elictes de odio y 109 casos (85%) discriminaciones.

Asimismo, se han detectado un total de 22 situaciones en las que los medios de comunicación o usuarios de redes sociales han desempeñado un discurso de odio, lo que supone un 12% del total, un 4% más que en 2018 . En el caso de todos los casos abiertos (286), 73 de los incidentes se han dado entre particulares, 49 han sido ejercidos por servicios privados, 30 han sido relacionados con el acceso a derechos sociales, 62 llevados a cabo por miembros de la seguridad pública, 26 de seguridad privada, 21 han sucedido en entorno laboral, 18 son casos de discurso de odio ejercido por medios de comunicación o redes sociales y 7 han sido perpetrados por miembros de grupos de extrema derecha.

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En el caso concreto de las discriminaciones perpetradas por miembros de la seguridad pública, estas disminuyeron del 17 al 15% respecto al 2018. Un total de 62 agresiones sí han sido denunciadas, 44 de las cuales son de años anteriores y 18 son nuevas. De los casos nuevos u n 39% han sido identificaciones por perfil étnico, un 28% trato abusivo, 17% una confección de atestado, 10% son denuncias de actuaciones dentro de un CIE y el 6% fueron agresiones policiales.

El 36% de las agresiones policiales no han sido denunciadas
Por otra parte, el 36% de estas situaciones no han sido denunciadas . Según SOS Racismo, lo que podría provocar esta cifra es “la imposibilidad de ejercer la denuncia contra miembros de los cuerpos de seguridad pública” que han cometido un abuso y / o agresión racista. “La contra-denuncia policial utiliza para argumentar una posible actuación inapropiada”, detalla el informe. Por otra parte, en los pocos casos que se puede iniciar una denuncia, a menudo termina archivando por falta de prueba o por considerar que los hechos no son delictivo s. Respecto a los resultados judiciales, ejemplifican que en 2019 obtuvieron una sentencia condenatoria de un caso de 2009 y, por tanto, de un proceso judicial que ha durado 10 años. Las sentencias condenatorias hacia elSaid (Servicio de Atención y Denuncia para Víctimas de Racismo y Xenofobia) suponen el 15% de los 27 incidentes
gestionados por la vía penal, y un 11% de los casos donde había policías implicados han archivado.

Las personas no denuncian a través del SAID por desconfianza en el sistema, el contexto de vulnerabilidad yo por derivaciones a otro tipo de servicio.
Una de las conclusiones que destaca el informe es que aunque este año disminuye el porcentaje de situaciones no denunciadas (del 52% al 32%), esto no significa que se haya avanzado en la garantía del derecho de las personas afectadas por racismo a denunciar estas situaciones. Los principales motivos por los que las personas que se dirigen al Said no siguen el proceso de denuncia son la desconfianza en el sistema (37%); el contexto de vulnerabilidad (25%) o derivaciones a otro tipo de servicio (5%).

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Asimismo, la entidad denuncia que aunque la vía de intervención penal es la más numerosa en relación a los casos gestionados (34 de 73), disminuye en cuanto a los casos nuevos de 2019 (7 de 31). La falta de sensibilidad de la administración de justicia en cuanto al racismo, la revictimización, la despenalización de los insultos y la dificultad de la aplicación del marco normativo del delito de odio son algunos de los obstáculos con los que se encuentra SOS Racismo cuando debe denuciar estos incidentes.

En el caso de la mediación entre vecinos, la entidad remarca que “no se trabaja con la perspectiva del racismo”, y el hecho de no incorporar la vulneración de derechos como condicionante del conflicto dificulta que el proceso de mediación concluya con su resolución y / o con la restitución del derecho. Por otra parte, muchos servicios de mediación no intervienen fuera del marco de la comunidad de vecinas, y esto implica que muchos conflictos de convivencia no se contemplen, como por ejemplo aquellos que tienen lugar en el espacio público.