Trump cortará la inmigración a Estados Unidos con la excusa del coronavirus
La Casa Blanca intenta articular su orden que, en principio, exonerará a los jornaleros agrícolas y al personal médico
Diario Vasco, , 22-04-2020En manos de Donald Trump la pandemia del siglo es un instrumento invaluable para impulsar la agenda nacionalista de acaparar poder, cerrar fronteras y atacar a los organismos internacionales. El lunes, antes de acostarse, el mandatario estadounidense sorprendió a propios y extraños con un tuit en el que anunciaba «la suspensión de la inmigración a EE UU». Ayer la Casa Blanca seguía intentando articular ese tuit que no se limitaba a evitar un posible repunte de la epidemia.
«A la luz del ataque del Enemigo Invisible, así como de la necesidad de proteger los trabajos de nuestros GRANDES ciudadanos estadounidenses, firmaré una Orden Ejecutiva para suspender temporalmente la inmigración a EE UU», escribió. Ayer, en su conferencia de prensa diaria, advirtió de que esto es solo el principio. «Los trabajadores estadounidenses primero. Este veto es temporal, pero cada vez vamos a proteger más a nuestros ciudadanos». El presidente reevaluará la orden ejecutiva al cabo de 60 días.
Sin duda el presidente ya había sondeado esa posibilidad con sus asesores más nacionalistas y no es difícil intuir de quién partió la idea. Según ‘The New York Times’, Stephen Miller, el asesor de extrema derecha de 34 años que inspiró su veto musulmán y la separación familiar en la frontera, coordinaba ayer los esfuerzos para redactar la orden ejecutiva. La Oficina del Consejero Legal estudiaba el borrador para garantizar que pase el escrutinio de los tribunales, por lo que no se sabe si el presidente podrá firmarla hoy mismo, como desea, o tendrá que esperar unos días.
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COLPISA
Su cuenta de Twitter había elegido ayer otros derroteros, como su determinación a apoyar «a la gran industria petrolera de EE UU» o sus «excelentes» ratings del 96% entre los republicanos. «Esto tiene que significar también que estamos haciendo un trabajo genial con el manejo de la pandemia», decidió. Trump se considera un genio «mayor de lo que los Fake News quieren admitir», tuiteó orgulloso. «He tenido unos rating geniales toda mi vida».
A principios de abril, tras cerrar la frontera con México, que tiene muchos menos casos que EE UU, el mandatario prometía que la emisión de visados temporales para los jornaleros del campo continuaría. «Le he dado mi palabra a los agricultores. Esa gente lleva años y años viniendo y va a continuar haciéndolo», prometió.
La América rural, que aporta el grueso de sus seguidores, necesita de esa mano de obra, al igual que las adquisiciones de grano chino, el arma negociador del gigante asiático frente a los exabruptos del presidente, que modela sus decisiones para contentar a las bases. A ellas iba dirigida la decisión de cerrar las fronteras para defender sus puestos de trabajo.
Precisamente porque el objetivo es propagandístico no se prevé que el veto afecte a todos los viajeros, sino a los permisos de residencia o ‘Green Card’ que a menudo solicitan quienes ya llevan años viviendo en Estados Unidos con visados temporales. Más de un millón de extranjeros obtuvieron en 2018 esa residencia legal, pese a que el proceso se ha ralentizado mucho desde que Trump está en el poder. En comparación a 2016, el último año de Barack Obama, la emisión de visados ha descendido un 25%. Trabajadores sanitarios, agrícolas y tecnológicos estarían exentos del nuevo veto, según fuentes de varios periódicos estadounidenses.
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