Ammán, 20 abr (EFE).- El Gobierno jordano advirtió este lunes a la ONU que no permitirá el envío de ayuda médica a través de su país al aislado campo de refugiados de Rukban, situado en una zona desértica de la frontera entre Siria y Jordania, para “proteger a sus ciudadanos” de la pandemia del coronavirus.

El ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi, aseguró hoy en una conversación telefónica al enviado de la ONU para Siria, Geir Pedersen, que el país árabe no permitirá el envío de ayuda a través de sus fronteras y que ninguno de los casi 45.000 refugiados que hay actualmente en el campamento de Rukban podrán entrar a Jordania.

“Jordania no permitirá el envío de ningún tipo de asistencia al campamento (de refugiados) de Rukban a través de su territorio, ni tampoco permitirá la entrada de ninguna persona al territorio jordano bajo ningún concepto”, aseguró Safadi a Pedersen, según un comunicado del Ministerio de Exteriores.

Asimismo, aseveró que “la prioridad principal de Jordania en este momento es proteger a sus ciudadanos del coronavirus”.

El campamento de Rukban está situado en una zona controlada por Estados Unidos del desierto de Siria y la situación de los refugiados es “crítica”, según la ONU.

Naciones Unidas ha reiterado en varias ocasiones que las condiciones de vida en Rukban son inhumanas, y en los últimos meses las condiciones se han deteriorado gradualmente, mientras que en los últimos años el campamento apenas ha recibido ayuda humanitaria por la falta de entendimiento entre el Gobierno sirio y Estados Unidos.

Aunque diversas agencias de la ONU han enviado asistencia a los refugiados a través de Jordania por considerar el acceso por el país como la ruta más segura, el Gobierno jordano reiteró que Rukban es responsabilidad de Siria.

“Ocuparse del campo de Rukban es una responsabilidad de Siria y de la ONU porque incluye a ciudadanos sirios y, por lo tanto, cualquier asistencia médica o humanitaria requerida en el campamento debe provenir de Siria”, dijo Safadi al enviado de Naciones Unidas, de acuerdo con el comunicado de Exteriores.

Asimismo, el jefe de la diplomacia jordana recordó que el Gobierno “apoya los esfuerzos de la ONU para encontrar una solución política” para la gestión del campamento de refugiados “durante estas circunstancias sin precedentes que requieren que todos los esfuerzos se centren en combatir la pandemia y sus efectos secundarios”.

La conversación entre Safadi y Pedersen se produjo en medio de advertencias de la ONU de que los campos de refugiados en Oriente Medio son lugares donde la COVID-19 puede causar estragos, dadas las escasas capacidades médicas.

Hasta el momento, Jordania ha registrado 417 casos de coronavirus y siete muertes, de acuerdo con las últimas cifras del Ministerio de Salud del país.

El reino hachemita ha adoptado severas restricciones para limitar la propagación del coronavirus, entre ellas un toque de queda de 24 horas que duró unos día, aunque después se relajó para permitir a los ciudadanos ir a comprar productos básicos.