El rescate de un barco con 216 inmigrantes asiáticos hallado a la deriva frente a Cádiz revela un ‘modus operandi’ de las mafias hasta ahora casi inédito en Andalucía. A las pateras del Estrecho y a los cayucos de Canarias se suma este tipo de tráfico de personas. Bien es cierto que el barco no tenía como destino España, sino otro país europeo del Mediterráneo, pero como quiera que ha acabado en las costas andaluzas y no es la primera vez – en agosto del pasado año se rescató otro en Algeciras con 240 asiáticos’ – se justifica ahora más que nunca la petición de ayuda urgente de las autoridades españolas a la Unión Europea. España no es sólo lugar de llegada, sino también de paso. El dispositivo montado en Cádiz para rescatar y atender a los inmigrantes cuesta un dinero que no podemos costear sólo los españoles.