De la hipócrita perplejidad al ejercicio de la responsabilidad

Las Provincias, 08-06-2006

Según la señora Linares, asistimos atónitos a las imágenes de televisión que nos muestran la llegada masiva de hombres, mujeres y niños en cayucos a las costas de Canarias. ¡Caramba, sí que le ha costado! Lamento que una responsable política no tuviera perplejidad en el año 2002, año en que el señor Zaplana comenzó a ejercer como ministro de Trabajo y Mariano Rajoy concluía su etapa como ministro del Interior siendo, por cierto, delegado del Gobierno en la Comunitat, Francisco Camps. En 2002 todos los grupos del Parlamento español, sin excepción, dando muestras de responsabilidad política y solidaridad con Canarias y las personas inmigrantes, aprobaron por unanimidad los traslados a la península. Miles de inmigrantes llegaron a la península entre los años 2002 y 2003, gobernando Aznar, sin ningún plan de acogida para su asistencia, ni notificación por escrito a las comunidades autónomas como ahora se hace.


¿Es usted consciente de que las políticas de control de fronteras deben ser abordadas por la Unión Europea y de que los países europeos luchamos por una política de inmigración común? ¿Es consciente de las gestiones de la vicepresidenta del Gobierno en Europa o del ministro de Interior en Mauritania y África Subsahariana? Desde luego, si lo desconoce entiendo la perplejidad. De no ser así sólo se puede interpretar desde la mala fe. ¿Cómo se atreve a afirmar que el proceso de normalización ha generado efecto llamada? ¿Acaso no venían personas inmigrantes en 2002 y 2003? ¿No le dejaban entonces perpleja las pateras, los niños, las mujeres embarazadas que en ellas llegaban? ¿Quizá prefería que siguieran siendo ilegales los más de 90.000 inmigrantes que sólo en nuestra Comunitat han pasado a trabajar en condiciones de legalidad? Sin proceso de normalización seguirían ilegales, ¿lo prefería así?


Son tan enormes sus contradicciones que, desde luego, ha conseguido una cosa, que la perpleja sea yo. Señora Linares, espero que le quede clara cuál es la situación real. Lamento profundamente que anteponga su campaña electoral y su labor de crítica, sin propuesta alguna, a los intereses de la sociedad valenciana, que debe asumir que la inmigración no es un fenómeno coyuntural, se ha convertido en estructural, y desde luego no sólo en España y la Comunitat Valenciana, en todos los países del mundo desarrollado.


A diferencia de la actitud del PP, los socialistas cuando éramos oposición demandamos un pacto de Estado para la Inmigración, buscando la corresponsabilidad de todos los partidos políticos, porque somos conscientes que desde la confrontación sólo se producirán situaciones de enfrentamiento, conflicto social e incremento de la xenofobia. Desde mi punto de vista, no es aceptable por parte de una responsable pública, con responsabilidades de gobierno, una visión de la inmigración de postal –imágenes lacónicas vinculadas a la forma de llegada–, o a la política de gestos –hablar con colectivos–. Tienen que necesariamente planificar, diseñar, desarrollar y ejecutar las políticas de inmigración, sin verlos a través de una imagen televisiva, para eso tiene las competencias. Mire las calles de nuestra Comunitat. Míreles a los ojos. Están aquí, trabajan aquí, nos ayudan a mantener nuestro sistema público de Seguridad Social y Pensiones. No sólo están los irregulares, afortunadamente ahora hay más personas en condiciones de legalidad. El verdadero efecto llamada es el de las sociedades desarrolladas, el de los medios de comunicación que les ofrecen un mundo de ensueño, que tan solo tienen que alcanzar cruzando un trocito de mar. El efecto llamada es riqueza y bienestar en contraposición a la pobreza y falta de futuro. No un proceso de normalización.


Con todo, y una vez más, el Partido Socialista vuelve a manifestar su voluntad de diálogo sobre este tema. Sáquelo de la contienda electoral, desvinculen inmigración y violencia, trabajen por conciliar y pongan los medios necesarios. Así debe ejercer y actuar un responsable público. Parece que sean ustedes la oposición. Le recuerdo, señora Linares, que es usted el Gobierno en esta Comunitat. Ejerzan de una vez. Dejen de mirar hacia otro lado.

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