Interior concluye que en la deportación de senegaleses no hubo irregularidades

Aseguran que los inmigrantes sólo se enfrentaron a las autoridades de Dakar

La Verdad, 08-06-2006

No hubo irregularidades ni malos tratos. La investigación interna de la policía sobre la repatriación el pasado 31 de mayo de 99 inmigrantes desde Fuerteventura a Senegal ha concluido que en ningún momento hubo forcejeos entre los funcionarios y los extranjeros y que los deportados sólo se enfrentaron a las autoridades de Dakar. Los informes del Ministerio del Interior, según reconocen mandos policiales, hacen aún «más inexplicables» las quejas del Gobierno senegalés, que mantiene su negativa a nuevas deportaciones.

La base de las conclusiones de la Policía es una exhaustiva nota informativa elaborada por la Jefatura Superior de Canarias el 1de junio, día en que el Ejecutivo de Dakar se quejó formalmente de las repatriaciones. En ese documento, Interior sostiene que tras concluir el desembarco de los subsaharianos, lejos de recriminaciones, las autoridades de Senegal (el comisario segundo del aeropuerto y el jefe de seguridad de aviación civil del país) «agradecieron el trato que habían recibido sus compatriotas».

Los informes explican que antes de partir desde Madrid a Canarias «se adoptó la decisión de colocar para mayor seguridad un deportado junto a un policía» y los mandos de la operación impartieron instrucciones tajantes: «se informó de la peculiaridad del vuelo, dado que era el primero, pudiendo haber repercusiones en caso de incidentes, por lo que se advirtió que había que dispensar un trato correcto y sin hacer uso indebido de la fuerza en caso de necesidad».

Ni un problema

No hubo un solo problema en Fuerteventura. Los 99 inmigrantes embarcaron en dos grupos de 66 y 33 personas. Los agentes «enlazaron» (pusieron bridas de plástico en las muñecas) a los subsaharianos. «El vuelo tuvo una duración de 2.40 horas durante las cuales no se produjo ningún tipo de incidencia». En Dakar fueron recibidos por el agregado de Interior en el país y autoridades senegalesas, entre ellas el comisionado del presidente del Gobierno.

Los funcionarios africanos pidieron hablar a sus compatriotas. «Solicitaron subir al avión. Se les hizo saber que se podrían producir altercados». Cuando el comisionado autorizó el desembarco empezaron los incidentes: «un primer grupo que se encontraba en las pistas empezó a protestar y a enfrentarse verbalmente a las autoridades senegalesas».

En esos momentos de tensión sólo dos policías de uniforme vigilaban el contingente por lo que los funcionarios españoles decidieron acelerar el desembarco. Según Interior, las autoridades senegalesas, que tuvieron que enviar una docena de gendarmes, emplearon más de una hora en convencer a los ‘amotinados’ de que subieran a los autobuses.

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