Los colegios deberán admitir inmigrantes el próximo curso incluso con las aulas completas

Educación pretende equilibrar el reparto de alumnos entre la red pública y la concertada Las clases podrán tener 2 o 3 escolares más que ahora

El Correo, 08-06-2006

El Departamento de Educación avanza curso tras curso en su propósito de equilibrar el reparto de alumnos inmigrantes entre la red pública y la privada concertada. En la actualidad, la distribución de los cerca de 14.000 inmigrantes integrados en el sistema vasco de enseñanza alcanza el 68% en las escuelas, frente al 32% en los colegios subvencionados por la Administración. Los responsables educativos opinan que el ritmo de equiparación «aún es muy lento» si se quiere conseguir el objetivo que se ha marcado el Gobierno vasco de que en el año 2010 cuatro de cada diez niños extranjeros estudien en colegios concertados.

La consejería que dirige Tontxu Campos quiere acelerar el proceso. Con ese fin va a poner en marcha el próximo curso una medida que busca superar uno de los principales obstáculos que encuentra Educación a la hora de enviar a un inmigrante a un colegio concertado: las clases están completas. La actual normativa establece que las aulas en Primaria deben de tener un máximo de 25 niños y 30, en Secundaria. El Departamento podrá superar esos límites en un 10% para integrar a los alumnos extranjeros, lo que se traduce en dos o tres niños más por clase. La nueva reglamentación, además, «obliga al centro concertado a admitir al niño», aclara el responsable de Inmigración en el Departamento, Alberto Agirrezaldegi.

La LOE

Las comisiones de escolarización – encargadas de buscar escuelas para los inmigrantes a medida que se incorporan al sistema educativo – ya han asignado en algún caso puntual a niños en aulas completas durante este curso. «Sin embargo, hay colegios que utilizaban el argumento de que no es legal superar el límite de plazas, por eso es necesario que exista una orden específica», añadió Agirrezaldegi, una normativa que prepara Educación para poder aplicarla en el curso 2006 – 2007.

La LOE ya plantea que las autoridades educativas puedan obligar a los centros concertados a reservar un 10% de sus plazas a inmigrantes, aunque resulta difícil poner en práctica esta medida. Dejar las clases sin completar pese a tener exceso de matriculaciones supone un alto coste económico para los colegios y a los técnicos de Educación les resulta complicado controlar el proceso. «Por eso hemos consentido superar los límites de plazas», añadió el portavoz.

Educación ha incorporado este curso a 400 alumnos inmigrantes a las aulas de la enseñaza privada en Vizcaya, y cerca de 200 en cada uno de los otros dos territorios. En Guipúzcoa, el reparto está ya en un 55% del colectivo que atiende la pública, frente al 45% de la privada; en Álava es de casi un 80% y un 20%; y en Vizcaya un 70% y un 30%. Los técnicos de Inspección de Educación, encargados de controlar el proceso de integración, aseguran que la elección del colegio para un extranjero responde a los criterios de cercanía a sus domicilios, del modelo lingüístico que elijan los padres y de las preferencias de la familia.

Los colegios de titularidad privada y sus agrupaciones de padres tienen alguna pega que poner al proceso. Coinciden en que si van a acoger a un número creciente de alumnos inmigrantes también deberán contar con más recursos que los que les asigna Educación en la actualidad. «Queremos tener los mismos medios que la escuela pública para poder atender correctamente a este colectivo», señala José María Ruiz Trueba, portavoz de la UFEPA (Asociaciones de padres de colegios religiosos del País Vasco).

La Kristau Eskola, que agrupa a los centros católicos, aboga por que un alumno inmigrante «cuente con iguales recursos escolares, independientemente del centro en el que estudie». Desde Educación admiten que las convocatorias para solicitar ayudas de refuerzo lingüístico dirigidas a colegios suelen llegar después de que se integra a los escolares.

Para las asociaciones de padres de la escuela pública, aunque la idea de equilibrar la distribución de inmigrantes entre la red pública y la concertada es «positiva», rebasar los límites de alumnos por aula «no es una buena medida pedagógica». «Puede redundar en una caída de la calidad de la enseñanza», reflexiona Imanol Zubizarreta, presidente de este colectivo.

m.f.vallejo@diario – elcorreo.com

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