La embarcación de la Guardia Civil ‘Río Duero’, que patrulla en aguas de Mauritania conjuntamente con la Gendarmería de aquel país, interceptó el martes un cayuco que se dirigía a las costas de Canarias con 41 inmigrantes irregulares y los dos patrones de la embarcación, que fueron puestos a salvo en una maniobra arriesgada por el estado de la mar.

El cayuco fue interceptado a 26 millas de Marruecos y, tras más de una hora, se puso a salvo a la totalidad del pasaje, que fue transbordado a pulso hasta la patrullera, con el «consiguiente riesgo» de la maniobra, ya que se produjo con olas de dos metros de altura y fuertes vientos, según informó ayer el Ministerio del Interior.

Los inmigrantes, todos ellos hombres de origen senegalés y mayores de edad, salieron de Dakar siete días antes y se encontraban en buen estado de salud. Los subsaharianos declararon que cada uno había pagado por el viaje unos 700 euros. En la patrullera fueron atendidos y recibieron alimentos hasta que llegaron al puerto mauritano de Nuadibú y los patrones fueron detenidos.

En aguas canarias, otro cayuco con 85 inmigrantes indocumentados a bordo llegó ayer a las 16.00 horas al muelle de Los Cristianos, en el municipio tinerfeño de Arona.

Los ocupantes de la embarcación son todos varones, entre los que presumiblemente hay un menor de edad. Siete de ellos fueron atendido por miembros de Cruz Roja por tener heridas leves y sufrir mareos. El cayuco fue interceptado a unas cuatro millas al sur de Tenerife y remolcado por Salvamento Marítimo.