La brigada de extranjería de la policía nacional de Pontevedra, en colaboración con sus homólogas de Lugo y A Coruña, asestó un golpe a lo que se considera es una red dedicada a la explotación de trabajadores extranjeros, muchos en situación irregular, en el sector avícola. La operación es el culmen de meses de investigaciones que fueron coordinadas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Lalín.

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De este modo, de manera conjunta, las unidades policiales, apoyadas por funcionarios de la Inspección de Trabajo, llevaron a cabo una redada a última hora de la tarde del pasado 31 de mayo en distintas explotaciones de O Rosal, Silleda y Cambados, en la provincia de Pontevedra, así como en Parga y Castro de Rei, en Lugo.

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Fueron detenidas tres personas a las que, inicialmente, se les imputó un delito contra los derechos de los trabajadores. Se trata de M.?P.?M., de 40 años y natural de Silleda; M.?N.?T.?C., de 45 y de Cambados; mientras que en Pontevedra fue arrestado el marroquí M.?I., de 34 y del que se informó que tiene permiso de residencia. La policía considera que estas tres personas «actuaban como intermediarios en la organización».

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Simultáneamente, en las granjas fueron identificados trece magrebíes, de los que ocho – cinco marroquíes y tres argelinos – estaban ilegalmente en España. En su caso, está previsto que la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra abra un expediente de expulsión del territorio nacional.

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Apenas un día después, agentes de extranjería de A Coruña detuvieron en Santiago a M.?M., de 46 años y natural de Marruecos. Con los papeles en regla, la policía mantiene que es «una de las cabezas de la organización», por lo que también se le imputaron delitos contra los derechos de los trabajadores.

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El último de los arrestos se practicó el 2 de este mes en Pontevedra. J.?I.?L.?M., sobre quien pesan similares acusaciones, «actuaba como intermediario necesario, por ser el que proporcionaba los trabajos a los distintos grupos cobrando un tanto por ciento de los emolumentos recaudatorios».

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Fuentes consultadas apuntaron que se cree que el pontevedrés y el marroquí detenido en Santiago contactaban con compatriotas de este último – muchos de ellos carecían de permisos – , ya asentados en Galicia, para que trabajasen en la recogida y carga de aves en las granjas. De este modo, se estima que los otros tres arrestados desempeñaban «el puesto de jefes de equipo de distribución de los extranjeros».

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Los cinco detenidos quedaron en libertad con cargos.