«En cinco años Europa tendrá 50 millones de musulmanes»

Gustavo de Arístegui señala la alta tasa de natalidad y la inmigración

La Razón, 07-06-2006

Madrid – La conquista religiosa de Europa. Ése es el principal objetivo que
se han fijado los islamistas radicales en los países occidentales. «Están
convencidos de que hay un vacío espiritual en Europa que sólo el islam
puede llenar», afirma Gustavo de Arístegui, diputado del Partido Popular
en el Congreso y experto en el mundo islámico. Sin embargo, aunque esta
meta expansionista sea, según Arístegui, «inviable», lo cierto es que poco
a poco las ansias de islamizar el continente europeo van obteniendo sus
frutos.
   Uno de ellos es, sin duda, la expansión de la población
islámica en el continente. «Hoy hay más de 27 millones de musulmanes en
Europa, pero dentro de cinco años podríamos llegar a la cifra de 50
millones», asegura el diputado, quien señala tres razones principales para
justificar este incremento progresivo: «Su tasa de natalidad es más alta
que la de los países europeos, el creciente número de inmigrantes que van
llegando y los planes deliberados para tratar de exportar población
musulmana».
   Pero la fuerza de la ideología islamista radical no
procede sólo de su expansión demográfica sino, y sobre todo, de su
introducción paulatina en espacios de influencia social y política. «Estos
grupos radicales practican una equívoca corrección política con la que
quieren engañar a los poderes públicos y anestesiar a la sociedad», afirma
Arístegui, una práctica que ha sido más o menos camuflada por algunos
líderes radicales. No es el caso de Omar Bin Bakri (ahora exiliado en
Líbano), quien ha llegado a sentenciar abiertamente: «Usaremos vuestra
democracia para destruir vuestra democracia». Ante estos hechos, «hay una
total indolencia de un sector político occidental que o no es consciente o
no quiere darse cuenta de lo que ocurre», señala.
   A pesar
del incremento del número de musulmanes en Europa, no se puede olvidar que
la inmensa mayoría de este sector de la población es moderado.
Precisamente por esta razón los islamistas radicales están poniendo todos
los medios posibles para conquistar a los sectores conservadores de la
religión de Mahoma. «Se han creado redes de reclutamiento de musulmanes
moderados y de presos comunes con el fin de ingresarlos en sus filas, no
sólo para formar terroristas, sino para tener nuevas vías de financiación
económica», explica Gustavo de Arístegui. Una de las principales formas de
reclutamiento de personas se realiza a través de algunos centros
culturales y religiosos islámicos.
   «En España hay unas 1.500
mezquitas, la mayor parte de ellas ilegales o alegales, y en muchas se
puede estar extendiendo un mensaje radicial y violento», alerta el
diputado. Según Gustavo de Arístegui, Europa no deja de ser para los
islamistas radicales un continente de «descreídos» y España es además un
país de descendientes de apóstatas del islam. «Esta situación crea un
problema jurídico grande, ya que en vez de la dawa (predicación islámica a
los que son musulmanes) sólo se nos puede aplicar la yihad, la guerra
santa», concluye.
   

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