La tripulación del Aita Mari apuesta por zarpar desde Siracusa. Lo han decidido así porque «sigue habiendo mucha actividad en las rutas migratorias marítimas en el Mediterráneo». Los miembros de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) lo hacen a sabiendas de las dificultades y de que será muy complicado encontrar después un puerto que les reciba.  

«La semana pasada murieron 91 personas y esta semana 20 en Túnez y otras 20 en Marruecos. Llevamos personal sanitario y medios profilácticos para encarar una cuarentena a bordo, la comida y el fuel no son un problema. Si hubiera rescatados, dando un puerto de abrigo se podría gestionar una cuarentena», sostiene la nota de SMH.

Su esperanza es, después, poder volver a tierras del Estado español o de Italia, pero aún no tienen permiso para echarse a la mar. «Estimamos que un eventual desembarco de las personas rescatadas para su aislamiento en tierra no supondría un gran desafío logístico. No obstante, a pesar de todo, aún no tenemos permiso para zarpar y no sabemos si lo tendremos por parte de las autoridades italianas dada la actual situación en el país».

Asimismo, la nota también remarca que la actividad en tierra, en este caso en la isla griega de Chios, también sigue adelante después de los disturbios del carácter xenófobo. «Mientras sea posible, seguiremos manteniendo la rotación de voluntarios y, en este momento, no nos planteamos cambios. Se está estudiando la efectividad de medidas de contención con las autoridades locales».

La única actividad que SMH ha decidido abandonar son las iniciativas de sensibilización en Euskal Herria, donde han decidido recluirse en sus hogares.