Las Fuerzas de Seguridad detectan la salida de 30 cayucos desde las costas africanas
El Mundo, 07-06-2006Unos 30 cayucos han salido desde las costas de Senegal, Mauritania y Guinea – Bissau hacia Canarias, según aseguraron a este diario fuentes policiales. La voz de alarma partió desde Senegal, quien alertó a las Fuerzas de Seguridad españolas de esta salida masiva de barcazas, con unos 60 inmigrantes a bordo cada una.
Los agentes que trabajan en Canarias han recibido el aviso de que un avión europeo de reconocimiento había avistado un numeroso grupo de cayucos a 100 millas de las costas de Mauritania. Según un informe de los servicios de Inteligencia de la Policía española, hay 4.000 cayucos dispuestos para partir rumbo al archipiélago.Las redes mafiosas están aprovechando además las buenas condiciones meteorológicas, ya que el Atlántico está como una balsa.
Sin embargo, la cónsul de Guinea – Conakry en Las Palmas, Alicia Navarro, dijo que no cree que se vaya a producir una llegada simultánea de cayucos a Canarias con casi 2.000 subsaharianos a bordo. Según informó, algunas de las embarcaciones se dan la vuelta por averías en el motor; otras se extravían y muchas naufragan y no llegan al país de destino.
Además, algunos de los cayucos pueden ser interceptados y devueltos a Africa. Desde finales del mes de mayo, la patrullera de la Guardia Civil Río Duero vigila la costa mauritana en coordinación con las autoridades del país. Tanto desde la Delegación del Gobierno en las islas como desde el Ministerio del Interior aseguraron no tener conocimiento de esta nueva oleada.
Tras cuatro días de calma, ayer mismo, una expedición de subsaharianos con unos 30 inmigrantes fue avistada a 100 millas de Gran Canaria y otra embarcación con 31 inmigrantes de origen marroquí – dos mujeres y dos menores – fue interceptada al sur de Motril (Granada).Sin embargo, la mayor llegada de inmigrantes en situación irregular se produjo ayer en Cádiz, donde unos 220 inmigrantes asiáticos, en su mayoría paquistaníes, y seis tripulantes arribaron en un barco pesquero, de 30 metros de eslora, procedente del Golfo de Guinea. La mayoría de los sin papeles son varones, jóvenes y alegaron ante las autoridades – que les enviaron a un centro de Eras de las Torres, en Algeciras – que procedían de Pakistán, la India y la región de Cachemira.
El magistrado de guardia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cádiz ordenó la detención de los seis tripulantes, todos ellos de raza negra, que fueron desembarcados los últimos tras ser identificados. El proceso puso en alerta a todos los hospitales de la Bahía de Cádiz, pero finalmente sólo dos rescatados presentaban heridas y la mayoría, pese a que llevaba 11 días de viaje, se encontraba en buen estado de salud.
Los 220 rescatados no serán devueltos a sus países de origen hasta que se determine exactamente su nacionalidad. El buque llevaba a bordo dos banderas, una de Italia y otra de Grecia, probablemente los dos países donde tenía proyectado atracar.La voz de alarma fue dada por el pesquero español María Luz Cárdenas, que lo avistó a unas nueve millas náuticas de las costas gaditanas, frente a Chipiona.
Tras recibirse el aviso por parte del pesquero español se activó un gran dispositivo de rescate compuesto por unidades de Protección Civil, Guardia Civil, Policía Nacional, local, agentes portuarios y grandes vehículos para el transporte masivo de personas. El desastre marítimo pudo ser evitado – el viento de Levante alcanzó fuerza siete en algunos momentos – y el pesquero, que se hallaba sin gobierno, fue remolcado hasta el puerto de Cádiz, a donde llegó a las 20.30 horas de la noche.
Según los datos de la Subdelegación del Gobierno, al parecer el buque procedía del Golfo de Guinea, y cuando navegaba hacia el Estrecho de Gibraltar quedó a la deriva, a causa de un cable que se enredó en las hélices. En cuanto a los seis tripulantes detenidos, el juez les acusa de un delito contra los trabajadores.
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