Girona, 26 feb (EFE).- La expulsión de un joven de un centro de acogida de Sant Gregori (Girona) ha generado una protesta de una veintena de sus compañeros en la delegación de la Generalitat en la provincia que ha derivado en una reunión fijada para este jueves entre las diferentes partes.

Los concentrados han denunciado vulneraciones de sus derechos, aunque el detonante ha sido esa expulsión de un mayor de edad al que se había prorrogado la estancia en esa instalación destinada a inmigrantes menores de edad.

El director del centro, Joan Ferrer, ha acudido a la delegación de la Generalitat para mediar y ha explicado que, a los que cumplen dieciocho años, se les mantiene acogidos hasta que se encuentra algún recurso adaptado a sus necesidades a cambio de comprometerse a cumplir con una serie de objetivos.

Ferrer ha detallado que una de esas obligaciones es la de no consumir drogas y que al joven expulsado se le había hallado en posesión de hachís.

La decisión de la dirección del centro ha provocado la reacción airada del mayor de edad, según esta versión, y el apoyo de sus compañeros, cuya protesta ha culminado por el momento en la reunión de mañana.

Uno de los técnicos en Educación de la Generalitat de Cataluña en Girona ha explicado que los inmigrantes han presentado un listado de vulneraciones de sus derechos.