El Departamento de Educación del Gobierno vasco ha hecho números para concretar el dinero que dedica a las escuelas y el que emplea en las subvenciones a colegios concertados de la comunidad. De cada cuatro euros, la red pública se lleva tres, y uno, la subvencionada, a pesar de que los privados atienden en sus aulas a 10.000 alumnos más. El informe responde con cifras a las continuas reclamaciones de asociaciones de padres, sindicatos y partidos políticos para que el Ejecutivo vasco aumente las inversiones en la pública con el fin de mejorar la calidad de la enseñanza y evitar el goteo de pérdida de alumnos. El informe hace frente también a las críticas que recibe el Departamento por mantener los conciertos económicos con los colegios en lugar de primar la apertura de más aulas y plazas en las escuelas.

Un alumno de la red pública le cuesta a Educación 6.500 euros cada curso. El Gobierno vasco paga menos de la mitad, 3.000 euros, por la escolarización de un niño en un centro concertado. La enseñanza en los dos sistemas es gratuita, y los padres deben hacer frente a extras como los gastos de transporte o comedor. El esfuerzo económico dedicado a los estudiantes de la red pública es el «más alto del Estado», recordaba el consejero Tontxu Campos el pasado domingo en la celebración de la fiesta de la escuela vasca. En los últimos doce años se ha incrementado en un 302% el gasto por alumno – en la privada ha crecido en un 231% – . El presupuesto del Departamento ronda los 2.000 millones de euros en 2006.

En las escuelas e institutos de la comunidad vasca estudian este curso un total de 150.860 alumnos – en Primaria y Secundaria – . En los colegios concertados están matriculados 159.764 estudiantes de esas mismas etapas de enseñanza obligatoria. La proporción crece a favor de los centros privados de curso en curso, una circunstancia que ha llevado a las asociaciones de padres de alumnos a reclamar el pasado mes de mayo ante el Parlamento vasco mayores inversiones para que la red pública recupere terreno.

17 alumnos por docente

El informe elaborado por la Inspección de Educación muestra que la red pública cuenta con 20.000 profesores frente a los 11.800 docentes que trabajan en la actualidad en los colegios subvencionados. «Para atender a los niños de las escuelas contamos con un 70% de profesionales más que en centros de titularidad privada», subrayó el consejero de Educación durante la fiesta del domingo. Los ratios en las aulas son de un profesor por cada 17 alumnos en el sistema público, frente a uno por cada 20 en el concertado.

Los sindicatos de la enseñanza pública coinciden en que las escuelas de la comunidad acogen una mayor proporción de alumnado inmigrante – 69%, frente al 31% – , y de estudiantes con necesidades especiales que obliga a contar con más profesionales de refuerzo. «Sin embargo, esa no es la razón principal. El alumnado inmigrante no supone aún el 5% de los estudiantes. La causa de que el sistema público necesite más plantilla es que tiene que dar oferta en pueblos pequeños y zonas rurales donde hay pocos niños y resulta más caro, porque tienen que poner un profesor para ocho o diez estudiantes. Los colegios concertados se instalan en ciudades y áreas donde hay demanda y llenan las clases, por lo que la plaza escolar resulta más barata», señaló Imanol Zubizarreta, presidente de la federación de asociaciones de padres de alumnos de la escuela pública vasca.

La Kristau Eskola, que agrupa a la mayor parte de los colegios concertados de la comunidad, apunta que «la gestión directa» puede ser «más eficaz y eficiente». Su presidente, Aitor Bilbao, apuntó otros factores como el hecho de que los horarios laborales de los profesores de colegios «son más amplios» que los de los docentes que dependen de la Administración.

El responsable de los centros subvencionados cree que habría que dejar de hablar de dos redes, como sectores enfrentados. El futuro pasa, a su juicio, por «caminar juntos» hacia la construcción de un único sistema educativo vasco de calidad en el que se respetaría la premisa de «a igual financiación, iguales derechos y deberes».