Madrid, 19 feb (EFE).- El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha asegurado este miércoles que no solamente el Ejecutivo español sino cualquier país de Europa “en ningún caso, fomenta la inmigración irregular”, sino que “lo que hace es intentar evitar que ocurra”.

En la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso y en respuesta a una pregunta de la diputada de Vox María Teresa López que iba dirigida al ministro del interior, Fernando Grande Marlaska, el responsable de Migraciones ha apuntado que la situación geográfica de España facilita la llegada de inmigrantes , lo que no ocurre en países como Australia, que “apenas tiene inmigración”.

Escrivá ha recordado que España ha reducido a la mitad en 2019 la llegada de inmigración ilegal por las costas y ha señalado que tiene un 15 % de inmigrantes irregulares respecto a Alemania o el Reino Unido y un 30 % respecto al nivel de Italia.

El ministro ha hecho referencia al Papa Francisco cuando dijo que “las personas migrantes, refugiadas, desplazadas u las víctimas de la trata se han convertido en emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su situación, son objeto de juicios negativos puesto que se les considera responsables de males sociales”.

“La actitud hacia ellas constituye una señal de alarma que nos advierte de la decadencia moral a la que nos enfrentamos si seguimos dando espacio a la cultura del distante”. Con esta advertencia del papa ha acabado Escrivá su intervención.

Por su parte, la diputada de Vox ha pedido dejar de dar a los “inmigrantes ilegales” que saltan la valla de Ceuta y de Melilla o a los que llegan a las costas en patera “un trato excepcional” y ha criticado que la estrategia del Gobierno “solo provoca un dilema: potenciar la desgracia, aumentar exponencialmente el problema, darle más fuerza a las mafias y seguir poniendo en riesgo las vidas de los inmigrantes ”.

López ha pedido al Gobierno que deje de invertir el dinero de todos los españoles en quitar las concertinas y que construya “un muro de hormigón y jurídico”, así como que acabe “con la idea tan ampliamente extendida de que España es la solución al hambre subsahariana” y permita a los miembros de las fuerzas de seguridad que se defiendan “ante entradas masivas”.

“Deben poner punto final a esos indeseables que trafican con personas, a la financiación a esas cuestionables ONG que solo juegan con la miseria humana respaldada por la mercancía ideológica pobre sobre que no podemos dejarles morir y que cuentan a esos inmigrantes que siempre habrá un barco que les rescate en el mediterráneo”, ha señalado.