FERNANDO PESCADOR/CORRESPONSAL. BRUSELAS

España debe mejorar el trato que proporciona a los extranjeros que reclaman asilo en el país, o que acceden a él en virtud de los procedimientos de regularización, pues se han detectado deficiencias en las políticas de inmigración y asilo, y prácticas de discriminación racial en amplias áreas de actividad, como el empleo, la vivienda o el acceso a lugares públicos. Son algunas de las conclusiones a las que llega el tercer informe que sobre esta problemática ha elaborado la Comisión Europea para el Racismo y la Intolerancia (CRI), organismo integrado en el Consejo de Europa.

Aunque se han constatado avances desde el último estudio, publicado el 8 de julio de 2003, España sigue adoleciendo en este ámbito de comportamientos censurables, y todo apunta a que el problema tiene raíces profundas. El CRI menciona, por ejemplo, que todavía no ha entrado en vigor legislación específica que considere el racismo como una causa agravante. Tampoco existe un organismo dedicado a combatir este tipo de comportamientos y las prácticas discriminatorias.

Grupos étnicos como gitanos, norteafricanos, subsaharianos y sudamericanos, están expuestos a la discriminación racial cotidianamente. Estas son minorías que se ven sometidas habitualmente a «prácticas policiales de corte étnico». «La violencia de corte racial o xenófoba requiere aún un reconocimiento preciso y acciones para contrarrestarla», afirma el informe.

El CRI recomienda a las autoridades españolas actuar sin demora en una serie de ámbitos, a fin de corregir las tendencias racistas que la sociedad española continúa mostrando. Reclama, por ejemplo, la ratificación del Protocolo nº 12 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que establece una prohibición general contra la discriminación. Considera también necesario poner en práctica de una manera conveniente la legislación que ya existe contra el racismo o la discriminación racial, incluido el crimen con esta motivación.

Neonazis y skinheads

Otras áreas de actuación son la creación del organismo especializado en la lucha contra el racismo y la discriminación, el desarrollo de estrategias de igualdad de oportunidades con las comunidades de etnia gitana y la lucha contra las organizaciones racistas, como los grupos neonazis y los skinheads. También urge adoptar medidas contra la explotación de trabajadores inmigrantes, y el refuerzo de fronteras con personal formado en la protección de derechos humanos y un adecuado conocimiento de la legislación en materia de no discriminación y derechos del refugiado, especialmente en Canarias, Ceuta y Melilla.