Los jueces denuncian los matrimonios fraudulentos y señalan que los registros civiles están desbordados

Aunque los medios de comunicación publicamos casi a diario las fotos de inmigrantes que llegan en pateras, cayucos o piraguas, la gran mayoría entran en España a través de los aeropuertos o por las fronteras terrestres con visados turísticos. Éste es el caso de quienes proceden de Sudámerica y de los países del Este de Europa. Pero hay también otras fórmulas, como la de la reagrupación familiar, que sólo en el 2004, tal como se informaba en la edición de ayer, registró más de cien mil entradas. Una vez aquí hay también quienes exploran las fisuras de las leyes para lograr la residencia. Es el caso de los matrimonios de conveniencia, que, a juzgar por el aumento de las bodas entre nacionales y extranjeros, ya forman parte del nuevo paisaje humano del país.