Lecciones senegalesas

La Verdad, 05-06-2006

Nuestro país ha hecho literalmente el ridículo en Senegal, país remoto del que no nos habíamos acordado en décadas y que ahora es objeto de nuestros desvelos una vez constatado que se ha convertido en la base principal de partida de los cayucos que llegan a Canarias: después de aceptar la repatriación de sus naturales, los senegaleses han amenazado con romper el acuerdo tras comprobar que los integrantes de la primera remesa de repatriados habían sido maltratados por la policía – cuestión que habrá que investigar – y engañados por los españoles, que les dijeron que estaban siendo enviados por avión a la Península cuando en realidad estaban siendo remitidos a su país de origen. En un comunicado oficial emitido el jueves por el Consejo de Ministros senegalés, el presidente del país, Abdulaye Wade recuerda que los inmigrantes llegados de Francia y España dependen de la legislación de esos países, pero exige, en caso de repatriación, «el respeto escrupuloso de las leyes internacionales establecidas al efecto y un permanente respeto a la dignidad» de las personas. Toda una lección.

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