Aurora llegó a Durango procedente de Francia y necesitaba integrarse en la villa. El servicio de Voluntariado Lingüístico, que conforma parejas entre personas autóctonas con tiempo para conversar con personas extranjeras, le abrió muchas posibilidades. «He sentido que Durango era muy hermético y como no tenía hijos para relacionarme, me acogí a esta iniciativa», advierte esta vecina de 35 años. Inmersa en esta iniciativa que se ofrece desde el área municipal de Inmigración de Durango en colaboración con la Cruz Roja, se animó a involucrarse también en el Banco del Tiempo desde su puesta en marcha a partir de octubre de 20017.

«Todos necesitamos de todos», coinciden varias de las personas que forman parte de este sistema de intercambio de servicios, conocimientos y actividades, que aglutina ya a un centenar de integrantes y ofrece ya hasta un total de 60 actividades diferentes. «El intercambio del tiempo es muy enriquecedor y se ve el fruto», detalla Aurora en torno a este «sistema alternativo, de economía circular y trueque. Cuando colaboramos con una ONG, aportamos dinero pero en la mayoría de los casos no hacemos nada, por eso me decante por tomar parte activa a través del Banco del Tiempo».

Satisfecha de pleno con su implicación en este sistema de colaboración, esta francesa comparte con el resto de integrantes sus conocimientos de la cocina de su país, así como de fotografía creativa a través de distintos talleres que se organizan. Los encuentros grupales que desarrollan con cierta frecuencia les permiten conocerse y entablar confianza para pedir la ayuda que puedan precisar en cada momento. «Es necesario solicitarla», insistían en una puesta en común del colectivo, que sigue creciendo y estrechando vínculos entre sus participantes.

Inclusión social

Pero no se trata de un grupo cerrado. Quien esté dispuesto a compartir su tiempo solo tiene que dirigirse al área de Inmigración del Ayuntamiento de Durango los lunes, de 10.00 a 12.00, o bien llamar al número de teléfono 94 465 70 91. Pero también puede hacerlo a través de la sede que la Cruz Roja dispone en la calle Zabale de la villa bien los martes, de 10.00 a 12.00 horas, o los miércoles, de 18.00 a 19.00 horas.

Sólo se precisa abrir una cuenta de horas en el Banco del Tiempo y detallar los servicios, conocimientos o actividades que se está dispuesto a ofrecer y aquellas que se esperan recibir. Las horas se acumulan cada vez que se colabora con una prestación y se canjean cuando se necesitan.

El intercambio de servicios, abarca distintos ámbitos como el cuidado del cuerpo y la salud, las tareas domésticas y el asesoramiento informático y en las nuevas redes. También permite ayudar a mejorar las técnicas de estudio y a ofrecer formación en diferentes disciplinas hasta compartir actividades de ocio y tiempo libre, como un simple paseo en bicicleta.

El durangués Alberto, que también se adentró en el Banco del Tiempo a través del proyecto Parejas Lingüísticas, relataba a este periódico que los servicios que ofrece se centran en «comprar billetes de avión en las mejores condiciones» y ofrecer talleres de fotografía.

Además de fomentar la amistad, ayudar a la conciliación de la vida laboral y familiar entre hombres y mujeres, el Banco del Tiempo sirve como una importante herramienta en la inclusión social.