Inmigración
Venta ambulante, única opción para los senegaleses en Mallorca
«Somos víctimas de delitos de odio, maltrato policial y violencia verbal por parte de muchos turistas»
El Mundo, , 30-01-2020Lambogi. Así es como conocen la mayoría de los vendedores ambulantes senegaleses la rotonda de El Arenal. En su lengua nativa significa ring de combate porque durante la temporada de verano, su jornada laboral se convierte, en muchas ocasiones, en una auténtica pesadilla. «Somos víctimas de delitos de odio, maltrato policial y violencia verbal», confesó ayer el senegalés Babacar Diakhate, colaborador de Cáritas durante una conferencia de la ONG. «La venta ambulante no es un sueño para nadie», añadió. Según el estudio Situación Social de las Personas de Senegal que realizan venta ambulante en Mallorca, el 10% de los senegaleses encuestados ha sentido discriminación por parte de los turistas.
El análisis se realizó en 2018, pero según el sociólogo e investigador Enrique Gómez, «las realidades sociales no cambian en migración de un momento a otro», argumentó. Gómez realizó el estudio analizando cuatro asuntos: la decisión y el proceso migratorio, el espacio que ocupan en Mallorca, la realidad y las expectativas. En cuanto a la decisión que les lleva a emigrar, las condiciones de vida en Senegal son «muy desfavorables», tanto el acceso a la formación como al trabajo. «La gente allí no vive, sobrevive», matizó Babar. «Desconfiamos que la situación en Senegal mejore y por eso nos vamos a Europa», añadió. Pero la realidad es muy distinta. El 55 % de los senegaleses entrevistados llegaron a Mallorca en los últimos tres años. De estos, el 85% llegó a la Isla como primer destino y el 14 , en los cuatro primeros meses de su estancia en España. Siete de cada diez trabajan en la venta ambulante y tiene precedente de que algún familiar ha realizado el mismo trabajo. «Antes de venir pensamos que encontrar trabajo aquí es fácil. Y no es así. Yo ganaba 15 euros al día, pero muchas veces la Policía me quitaba toda la mercancía», explicó Babar. El 43,3 ha sido multado y el 3% detenido durante la venta.
En cuanto al espacio que ocupan, suelen ser hombres (94%) de entre 25 y 44 años. Un 97,8 % de los entrevistados soportan cargas familiares, lo que indica que tienen una «alta responsabilidad». Respecto a cómo viven, más de la mitad comparte piso «con 6 u 8 personas». Estos condicionantes junto a la situación de irregularidad administrativa en España provocan, que la mayoría trabaje en la venta ambulante porque «no tiene otra opción», pero un 96,4% considera que su situación es mejor que antes. Babar tardó 15 años en regularizar sus papeles. Ahora trabaja como responsable en la cocina de un hotel. «Con voluntad se consiguen las cosas», concluyó.
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