Cáritas Miranda consigue 135 inserciones en el servicio doméstico en el último año

Las demandas del 'Servicio de Intermediación de Abuelos' han aumentado exponencialmente

El Correo, SILVIA DE DIEGO, 28-01-2020

Cáritas realiza una importante labor en la intermediación con las personas de la tercera edad. «Hay gente que quizá lo desconoce. Se trata de un servicio totalmente aparte de lo que ofrecen las residencias. En este caso, lo importantes es que una persona que quiere y puede estar en su casa lo haga en compañía de una persona ya sea interna o externa», puntualiza Soraya Saiz; quien matiza que a pesar de que los cursos que ofrecen en esta materia no disponen de certificado de profesionalidad, sí que cuentan con un certificado que «permite trabajar muy bien en domicilios particulares».

Sobre esta cuestión, Saiz pone sobre la mesa que, según sus perfiles, en lo que más se trabaja es con abuelos. «Ya tenemos una experiencia y los empleadores están muy contentos porque sobre todo se les da un servicio de confianza y también de responsabilidad. Entre las ventajas se encuentra, además, la celeridad en el proceso. Si hoy necesitas a alguien mañana mismo lo tienes en tu casa con los trámites de la documentación realizados desde Cáritas. El propio empleador solo tiene que llevar los papeles a la Tesorería». En total durante 2019 Cáritas Miranda realizó un total de 135 inserciones laborales en el Servicio Doméstico.

A lo largo de todo el año la organización realiza entre cuatro o cinco cursos centrados precisamente en el Servicio Doméstico y Cuidador de Personas Dependientes. Las clases se dividen entre cocina básica española, plancha y diferentes módulos entre los que se encuentran técnicas de búsqueda de empleo o auxiliar de geriatría. «Los hacemos con un técnico de Enfermería que les enseña cuestiones como la movilización de las personas entre otros aspectos».

En estos momentos, en Cáritas se está llevando a cabo un Curso en el que participan 13 personas, dos hombres y el resto mujeres . «Las profesoras todas son voluntarias y cada módulo depende de una diferente. En este caso, el de Auxiliar de Geriatría lo imparte una persona inmigrante. El hecho de que personas de ese colectivo nos apoyen en nuestros cursos es algo muy positivo puesto que se empatiza mucho mejor».

Dentro de la bolsa de servicio Doméstico o cuidador de abuelos también se encuentran hombres algo que atrás no ocurría. «Los que están trabajando con abuelos funcionan de maravilla. Generalmente cuando el paciente es un varón sí que es cierto que se suele enviar a un hombre porque el paciente se siente mejor y también por tema de fuerza a la hora de movilizar. Está claro que cualquier hombre puede hacer igual de bien que una mujer las tareas domésticas», matiza.

Las personas que estén interesadas en realizar esta formación deben tener en cuenta que los próximos cursos sobre esta materia tendrán lugar en marzo, mayo, junio, septiembre y noviembre. «El número de los cursos también depende del número de plazas cubiertas. Se hace una fase de inscripción previa y también una entrevista», recalca.

Junto a esto, Soraya Saiz recuerda que las personas mayores suponen un nuevo yacimiento de empleo. «Cada año vemos que se incrementan las inserciones laborales y también la demanda de los empleadores. Con el tema de las trabajadoras internas que pernoctan hacen una función muy buena para aquellas personas que empiezan a necesitar ayuda pero que aún pueden permanecer en su domicilio. La bolsa de trabajo de externas ronda entre las 150 y 180».

Durante el pasado año Cáritas ha realizado un total de 236 inserciones laborales de las que 135 han sido en el servicio doméstico. El programa de Empleo de Cáritas Miranda lo que pretende es orientar, formar y también intermediar con las personas que acuden.

Por un lado, existe la orientación laboral a la que puede acudir cualquier persona que esté buscando empleo, que lleve mucho tiempo en el paro por la situación de crisis en su momento o que haya sido trabajador en una empresa que ha desaparecido. «Somos agencia de colocación desde el año 2015 aproximadamente. Nuestro objetivo es que las personas que acudan a nuestros servicios lleguen a encontrar un empleo de alguna manera por lo que cuando alguien llega a nosotros vemos qué tipo de perfil tiene y qué tipo de orientación profesional puede tener».

A lo largo de 2019 Cáritas atendió a un total de 418 personas de las cuales 316 fueron mujeres lo que significa que, a día de hoy, el perfil es mayormente femenino con edades comprendidas entre los 35 y 45 años y con estudios primarios. «También nos llegan personas irregulares con un alto porcentaje en formación, pero que precisamente por su situación a la hora de enfocar su estado laboral nos surgen complicaciones».

A lo largo del pasado ejercicio el colectivo también realizó otros cursos como el de Auxiliar en Actividades de Almacén para trabajar en las plataformas logísticas y en almacenes. «También tenemos bolsa de trabajo y son numerosas las empresas que se ponen en contacto con nosotros para ver si tenemos el perfil de estas personas».

El programa de Empleo lo que hace, en definitiva, es acompañar a las personas y orientarlas en su inserción laboral. «Les ayudamos con el curriculum, les hacemos un poco el perfil y un itinerario en el que se va viendo qué es lo que se adapta más en función de sus necesidades y cualidades. Se realizan sesiones individuales y grupales».

Desde Cáritas recuerdan que también evitan que se produzca cualquier tipo de abuso o situación fraudulenta con sus trabajadores. «Lo que hacemos es que el empleador tenga sus derechos y obligaciones y que también los tenga los empleados del hogar. Nosotros verificamos todo. Pretendemos que los empleados de hogar sean eso y no otras cosas. Hay muchas personas que no encuentran el trabajo a través de Cáritas por las circunstancias que sean y vienen aquí para trasladarnos en la situación de explotación en la que se encuentran».

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