El presidente de Senegal reclamó a España «respeto escrupuloso de las convenciones internacionales»

Ambos gobiernos decidieron «mantener y reforzar» una cooperación en todos los ámbitos en especial, la ayuda que necesita Senegal para su agricultura y el despliegue logístico que requiere la vigilancia de sus costas y espacio aéreo.

Bernardino León regresó ayer a la capital senegalesa, Dakar, tres días después de su anterior visita en la que logró un acuerdo con el Gobierno para la repatriación de más de 600 inmigrantes llegados en cayuco en las últimas semanas a Canarias.

«Evidentemente no ha habido malos tratos», declaró el número dos de Exteriores español. Es más, aseguró que los policías españoles encargados de vigilar a los trasladados fueron felicitados por los funcionarios senegaleses a su llegada a la capital senegalesas.

En opinión de León, las autoridades locales «necesitan tiempo» para gestionar los vuelos de repatriación y tratará de acordar con responsables gubernamentales las condiciones para futuros vuelos. Estas nuevas condiciones podrían incluir, por ejemplo, que en los vuelos de repatriación viajen también funcionarios senegaleses o representantes de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

Más cayucos a Canarias

Horas antes de esta visita, el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, había reclamado «el respeto escrupuloso de las convenciones internacionales» sobre retorno de inmigrantes a fin de que éstos sean devueltos «con dignidad».

Mientras, en Canarias continúa la llegada de cayucos. Casi dos centenares de inmigrantes repartidos en cinco pequeñas embarcaciones, incluidos 13 menores, una mujer y dos hombres acusados de ser patrones, arribaron ayer a las islas. Uno de los cayucos estuvo a punto de zozobrar a unos 80 kilómetros de la costa de Gran Canaria.