'Caso Costa Polvoranca'. José David Fuertes es desde ayer el asesino de Ndombele Augusto Domingos. El jurado con el que se ha repetido el juicio declaró culpable al portero del pub junto al que murió apuñalado el joven angoleño
Culpable a la segunda
El Mundo, 03-06-2006CRONOLOGIA
20 – 7 – 2002. Apuñalan a Ndombele en el polígono Costa Polvoranca (Alcorcón).
21 – 8 – 2002 Detienen a José David Fuertes en un apartamento de Torrevieja.
18 – 10 – 2004. Comienza el primer juicio que sienta en el banquillo a José David Fuertes.
29 – 10 – 2004. El jurado lo declara inocente porque no considera probado que apuñalara al joven angoleño.
17 – 2 – 2005. El TSJ declara nulo el veredicto y ordena un nuevo juicio. El Supremo lo avala en febrero de 2006.
22 – 5 – 2006. Fuertes vuelve a sentarse en el banquillo.
2 – 6 – 2006. El jurado lo declara culpable de asesinato.
Dos juicios, una fuga, una absolución y cuatro años después, el asesino del menor angoleño Ndombele Augusto Domingos tiene nombre y apellidos. Los mismos de quien fue detenido como sospechoso de haberle asestado la puñalada que lo mató. Fue exculpado la primera vez que se sentó en el banquillo de los acusados, pero, ayer, el jurado popular que repetía su enjuiciamiento declaró a José David Fuertes «culpable de asesinato».
Ocho votos a favor y sólo uno en contra cerraron una de las causas que abrieron heridas en el sistema judicial y mucha polémica en la opinión pública. El conocido como caso Costa Polvoranca es desde ayer, con todas las de la ley, la historia de un chaval de 16 años que quería ser abogado y que el 20 de julio de 2002, a la salida del pub Inn de Alcorcón, fue apuñalado «sin mediar palabra, de forma sorpresiva y sin posibilidad de defenderse» por un portero del local.
¿Por ser negro? Por racismo no, según el jurado, que no ha considerado el agravante que pedía la acusación popular. Pese a eso, el segundo veredicto dista mucho del que exculpó a Fuertes en octubre de 2004, cuando fue jugado por los mismos hechos: «No culpable de la muerte de Ndombele». Entonces, la sentencia que absolvía al encausado fue recurrida y revocada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y el Tribunal Supremo. Consideraron que la resolución jurídica tenía un fallo «arbitrario» y poco argumentado. Además, durante el proceso se denunció falso testimonio y amenazas a algunos testigos.
Pero la historia no siempre se repite. Con una fuga de por medio – el acusado estuvo en busca y captura por no comparecer cuando se ordenó la repetición de su juicio – ayer Fuertes escuchó el veredicto de culpabilidad en la sala sexta de la Audiencia Provincial y agachó la cabeza, tras 15 días de vista durante los que se declaró inocente, pidió un indulto e intentó culpar de la muerte del chico angoleño a otro muerto, un joven que se suicidó días después de lo ocurrido.
De todo eso se acuerdan bien los padres de Ndombele, Filomeno Wzama y Paulina Kikawanakio, que ayer celebraban el fallo «porque se ha hecho justicia. No voy a ver la cara de este asesino más y mi hijo por fin descansará en paz», pero también confirmaban su determinación de «no olvidar jamás».
El relato de lo memorizado se lee en los hechos que los jueces legos consideran probados: «A las 5.15 horas del 20 de julio de 2002, Ndombele Augusto Domingos y su amigo Jesús M.V. mantuvieron una pelea en las inmediaciones del pub Inn con la pareja formada por Pablo G.S. y María del Mar C.G. En un momento dado, Pablo G.S. abandonó la pelea y se dirigió al bar a buscar a José David Fuertes, que se encontraba cerca del lugar. Ambos se dirigieron a la zona en la que se hallaban Ndombele y Jesús María, procediendo Pablo a lanzar una botella a los jóvenes».
«Fuertes se aproximó al menor angoleño y le asestó dos puñaladas, una de ellas en el corazón, lesión de mortal necesidad». El jurado ha querido destacar que en el momento en que se produjeron los hechos sólo se encontraban allí el acusado, Jesús María y Ndombele, por lo que han tomado en consideración el testimonio de Jesús, que el primer juicio fue pasado por alto.
Tras escuchar el veredicto, el fiscal, que en un principio solicitaba 13 años de prisión para el inculpado como autor de un delito de homicidio, elevó a 18 años de cárcel la petición de pena para Fuertes, declarado culpable de asesinato.
Por su parte, la acusación particular rebajó a 18 años la pena de privación de libertad para Fuertes, mientras que la acusación particular, ejercida por el Movimiento contra la Intolerancia, mantuvo su solicitud de 20 años de prisión para el reo. Además, tanto la fiscal como la acusación particular solicitaron una indemnización de 120.000 euros para la familia de la víctima.
Por su parte, la defensa de Fuertes reclamó la pena en grado mínimo y que de la responsabilidad civil subsidiaria se haga cargo la empresa propietaria del pub en el que trabajaba el acusado, según aseguró él en el juicio.
«Se ha hecho justicia, tras cuatro años de lucha, con Ndombele y su familia, y también con una ciudadanía que estaba preocupada por este tipo de crímenes», proclamó ayer el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra. «Las circunstancias son muy graves, con abuso de superioridad, era un niño frente a una persona experta en técnicas de defensa personal y con un arma; la crueldad con la que le mató nos lleva a mantener la máxima petición de condena».
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