Senegal acusa a España de maltratar a sus inmigrantes y frena las repatriaciones

La Vanguardia, 02-06-2006

- Senegal decidió ayer unilateralmente paralizar los vuelos de repatriación de inmigrantes acordados con el Ejecutivo español después de la llegada a Dakar del primero de ellos, en el que viajaron 99 nacionales de ese país. La diplomacia del país africano alega que los repatriados han denunciado haber recibido maltrato durante el vuelo, mientras que el Gobierno español asegura que el trato a los expulsados fue correcto. Fuentes policiales explicaron también que hubo normalidad, y que sólo cuando los inmigrantes estuvieron en tierra y fueron recibidos por una autoridad local se enfrentaron los repatriados y quienes los recibían.
>

El freno de las repatriaciones lo decidió Senegal tras denunciar los indocumentados que, una vez en el avión, fueron esposados. El ministro de Agricultura senegalés, Farba Senghor, calificó en la mañana de ayer de “inadmisibles” las condiciones en que fueron repatriados los inmigrantes.
>

La ira de los 99 repatriados era ampliamente recogida ayer por la prensa senegalesa. Los repatriados piden también al Gobierno de su país que les pague los 800.000 francos CFA (unos 1.220 euros) que les costó el viaje en cayuco hacia España. Uno de ellos, de nombre Samba Ndao Dieng, explicó al diario Le Quotidien:“Dos mujeres y tres hombres, que dijeron trabajar para el Gobierno senegalés, vinieron a vernos y nos dijeron que nos iban a ayudar”. “Nos dijeron que nos iban a llevar a campamentos que se encontraban en Málaga y Madrid, donde deberíamos pasar 40 días antes de entrar en España”, explicó. “Nosotros les creímos y nos embarcaron en un avión. Una vez en el aparato, nos esposaron y dos policías se pusieron en la parte trasera hasta nuestra llegada a Dakar”, relató este repatriado.
>

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, que todavía está de gira por el África occidental, anunció que visitará Dakar esta misma mañana para tratar de desbloquear la situación. Ayer mismo, el ministro Moratinos habló por teléfono con su homólogo senegalés, quien, según Exteriores, “mostró toda su disposición a seguir cooperando en la regulación de los flujos migratorios”.
>

Exteriores rechazó ayer de plano la posibilidad de que los inmigrantes repatriados hubieran podido recibir cualquier clase de mal trato e invitó al Gobierno senegalés a que policías del país viajen en los próximos vuelos para certificarlo.
>

Senegal y España habían alcanzado un primer acuerdo para la repatriación de 623 ciudadanos del país africano llegados a Canarias en los últimos 30 días. Hace una semana se desplazaron al archipiélago español cinco oficiales de enlace senegaleses que han participado en las labores de reconocimiento de sus ciudadanos. Estaba previsto que la repatriación de este primer contingente se completase en seis vuelos entre los días 1 y 6 de junio.
>

Lejos de agotar sus posibilidades, los enlaces africanos habían identificado como ciudadanos de su país a más de 1.200 inmigrantes llegados a Canarias en las últimas semanas. Según informaron a La Vanguardia fuentes policiales, alrededor del 70% de los más de tres mil inmigrantes que se encuentran internados en centros canarios son de Senegal, por lo que normalizar las repatriaciones con este país es una de las claves para acabar con el flujo de cayucos rumbo a las Islas Afortunadas.
>

El vuelo de repatriación previsto para ayer tuvo que ser suspendido y lo que sucederá con el de hoy sigue siendo una incógnita. Todo apunta a que también tendrá que ser suspendido, aunque Exteriores no ha tirado del todo la toalla sobre la posibilidad de que pueda realizarse.
>

Fuentes de Interior consultadas por La Vanguardia enfatizaron la importancia de que los vuelos se reanuden con celeridad, pues el tiempo juega en contra de los intereses del Gobierno español. Muchos de los inmigrantes pendientes de repatriar llevan internados alrededor de un mes y la ley de Extranjería limita el plazo máximo a 40 días.
>

Después de ese periodo los inmigrantes deben recibir su decreto de expulsión y ser liberados, por lo que Interior se vería obligado a trasladarlos a la Península para después dejarlos en la calle.
>

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)