EL DRAMA DE LA INMIGRACION / La estrategia diplomática
Autolesiones, forcejeos y vómitos, una práctica frecuente
El Mundo, 02-06-2006Llevar de regreso a casa a inmigrantes con el sueño de alcanzar una vida mejor hecho trizas no es tarea fácil. Las repatriaciones son muy costosas económicamente y, sobre todo, tremendamente impopulares en los países de origen.
En esta ocasión, el avión con los repatriados senegaleses fue aceptado por su país, pero no es la primera vez que un aeroplano cargado de inmigrantes se tiene que dar la vuelta nada más aterrizar o que un vuelo es suspendido a última hora, como sucedió el 16 de mayo, cuando el traslado de 180 subsaharianos a Mauritania y Guinea – Bissau fue anulado, cuando la nave ya estaba en la pista.
El pasado 4 de marzo, se repetía una situación similar y un avión que trasladaba a 25 subsaharianos tuvo que regresar a Madrid desde Guinea – Bissau porque las autoridades del país africano aseguraron que no habían recibido ninguna comunicación oficial del Ejecutivo español.
Los gobiernos africanos ponen mil y una trabas y se resisten a colaborar, si no es a cambio de sustanciosas ayudas económicas, según informaron fuentes policiales. Las mismas fuentes insistieron en que la airada reacción del Gobierno senegalés ayer puede esconder una estratagema para exigir más contrapartidas a la hora de renegociar el acuerdo. Suscribir convenios de flujos migratorios con los ejecutivos africanos es muy arduo y aquellos que se firman, muchas veces se incumplen o quedan en papel mojado cuando cambia el gobierno de turno.
Si las negociaciones diplomáticas son complicadas, el viaje de regreso puede ser un auténtico calvario para los policías que escoltan a los sin papeles. Los agentes viajan de paisano y sin armas y se tienen que enfrentar a situaciones comprometidas: los inmigrantes patalean, vomitan, se autolesionan e incluso se embadurnan de heces para evitar la expulsión.
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