El Pacto Vasco para la Migración apuesta por la igualdad de oportunidades ante la discriminación

El lehendakari presenta mañana el documento consensuado con distintas instituciones por “solidaridad, necesidad y respeto a la diversidad” Aboga por equiparar derechos y obligaciones de autóctonos e inmigrantes

Diario de noticias de Gipuzkoa, JORGE NAPAL IKER AZURMENDI, 29-11-2019

DONOSTIA- Euskadi camina hacia una sociedad diversa. Identidades nacionales, pluralidad cultural, diversidad de condiciones y estilos de vida… Recogiendo todo ese legado, el Gobierno Vasco entiende que ha llegado el momento de impulsar un pacto social que ofrezca una respuesta “compartida y unitaria” a los actuales retos migratorios.

Un plan que el lehendakari, Iñigo Urkullu, presentará mañana en Gasteiz, y cuya primera premisa política parte del respeto a la diversidad. “Es parte esencial de nuestra historia. Defendemos una sociedad compuesta por personas de culturas y procedencias diversas, y comprometida con los valores”, recoge el documento al que ha tenido acceso este periódico.

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El Pacto Social Vasco para la Migración será presentado públicamente en la sede de Lehendakaritza en un acto presidido por el lehendakari al que asistirán los consejeros de su Gobierno y representantes del resto de administraciones vascas, así como organizaciones sociales que actúan en este terreno.

El documento pone tierra de por medio ante cualquier discurso que divulgue el odio o hiera la dignidad de otras personas por razón de su origen. Las entidades e instituciones vascas que suscriben el pacto comparten tres premisas: “respecto a la diversidad, solidaridad y necesidad”. Esta última entendida incluso desde un prisma meramente utilitarista. Euskadi necesita de la inmigración para responder a sus necesidades laborales y demográficas. “Representa una fortaleza para el crecimiento en las próximas décadas que nos proponemos abordar como una oportunidad”, recoge el documento.

Actualmente hay muy poca población inmigrante que tenga más de 65 años. Supone un 2% frente al 25% de la población vasca y se precisa de personas jóvenes para trabajar y cotizar de manera que el sistema social siga funcionando, según remarcan diversos estudios. Más de la mitad de la sociedad vasca está de acuerdo con la afirmación de que los inmigrantes permiten que la economía funcione mejor.

SIN DEMAGOGIA NI POPULISMOSA este respecto, la postura que mantiene la sociedad vasca supone una sólida base para gestionar la migración sin demagogia, xenofobia o populismos, según se extrae del último informe de Ikuspegi, Observatorio Vasco de Inmigración.

Pero más allá de esa premisa pragmática, los nuevos retos migratorios suponen, según recoge el documento, “una interpelación ética que apela a la solidaridad, la no discriminación y la equiparación de derechos y obligaciones de las poblaciones inmigrante y autóctona”. Algo que los firmantes del pacto asumen “en clave de compromiso compartido”.

Una solidaridad que en la sociedad ha comenzado a dar signos de “cierto agotamiento”, como alerta el II informa Foessa, pero que se mantiene firme en el seno de la administración. Así, el respaldo contra viento y marea del Gobierno Vasco al buque de rescate Aita Mari es un buen exponente de ello. El responsable de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, insistió ayer que siguen estando preparados para acoger a las personas que corresponda según el reparto establecido por países, “e incluso más si fuese necesario”, apostilló. La distribución de las 78 personas rescatadas por el Aita Mari, en todo caso, podría demorarse unas dos semanas.

Quienes suscriben el Pacto hacen suyas, además, varias apuestas transversales en la medida de sus capacidades y competencias. De entrada, muestran su rechazo a los discursos estereotipados y estigmatizadores. Es cuestión de convivencia y Derechos Humanos, dicen, “con independencia de la nacionalidad, sobre la base del principio de igualdad de trato y oportunidades, y frente a cualquier forma de discriminación”. Existe también acuerdo para incorporar una mirada diferente, más orientada a la diversidad cultural, a todas las políticas sectoriales de las administraciones vascas.

Los firmantes del pacto apoyan la cohesión, “con la universalidad de la sanidad o las prestaciones sociales básicas, así como el acceso a la formación e integración sociolaboral para el empleo y la vivienda”. La educación adquiere un peso determinante. “Impulsamos la construcción de espacios educativos inclusivos como valor estratégico para la integración y la convivencia. Compartir realidades diferentes, conocerse y estimarse constituye una pedagogía decisiva en el proceso de socialización de nuestro alumnado”, recoge el acuerdo.

Parte del alumnado de origen inmigrante tiene necesidades educativas específicas en el sistema escolar vasco durante un periodo de tiempo que puede llegar a ser largo en determinados casos. La adecuada gestión de la diversidad y la atención a esas necesidades educativas específicas requiere conocimientos, esfuerzo y tiempo de trabajo por parte del profesorado. “Es de enorme importancia la formación del profesorado”, tanto inicial como continua;es labor de la administración prever e impulsar esa formación”. Por otro lado, es preciso responder a las necesidades educativas señaladas con recursos suficientes, sobre todo humanos, por parte de la administración.

El Pacto también subraya la relevancia del ámbito local como escenario estratégico para la integración cotidiana. “La actuación municipal en la mejora de la convivencia y en el aumento de la cohesión social tiene un valor preeminente que debe ser apoyado y promovido”. Para ello es necesario que los ayuntamientos cuenten con criterios compartidos y recursos suficientes. Es en los municipios donde los planes de integración alcanzan mayor grado de concreción. Los ayuntamientos perciben con mayor cercanía las necesidades de todos sus vecinos.

El acuerdo alcanzado incluye el compromiso con la igualdad de género “como principio básico y fundamental para construir nuestra convivencia”. Apuesta por el derecho a aprender las lenguas de la sociedad receptora, y por la necesidad de reforzar el tejido asociativo.

PUNTOS DE PARTIDA

Premisa política: pluralismo. “Defendemos una sociedad compuesta por personas de culturas y procedencias diversas, y comprometida con los valores del pluralismo intercultural para construir una ciudad inclusiva”.

Premisa ética: solidaridad. “Equiparación de derechos y obligaciones de las poblaciones inmigrante y autóctona, que asumimos en clave de compromiso compartido”.

Premisa pragmática: necesidad. “La sociedad vasca necesita la inmigración para responder a sus necesidades laborales y demográficas”.

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