El director de Open Arms, Òscar Camps, ha acusado al gobierno español de no rescatar náufragos en el Mediterráneo “por miedo a la extrema derecha”, según ha comentado en un debate con expertos en inmigración y derecho marítimo celebrado este martes en el Colegio de Economistas de Cataluña.

“El gobierno español es conocedor del corredor más mortífero del mundo, que es el Mediterráneo, pero no actúa para evitar que la extrema derecha les acuse de traer refugiados”, ha denunciado Camps, que ha añadido que “la política de la Unión Europea es la inacción para dejar morir y disuadir para que no vengan más personas”.

El director de Open Arms también ha señalado que el bloqueo que sufrió el Open Arms a principios de 2019 durante tres meses fue provocado por “el miedo del gobierno al discurso de la extrema derecha antes de las elecciones de abril”, en referencia a Vox, “pero ahora se nos deja estar en alta mar siempre y cuando no volvamos a aguas españolas y no molestemos”.

Camps también ha recordado que la Unión Europea “tiene la tecnología para saber todo lo que pasa en el Mediterráneo”, pero ha denunciado que “en la última legislatura europea hayan muerto 18.000 personas en el Mediterráneo”.

“Se están vulnerando absolutamente los derechos humanos”, ha reiterado Camps, que ha lamentado que “para el Gobierno el problema somos los que rescatamos personas y no las personas que mueren en el mar”.

El abogado especialista en Derecho marítimo Jaime Rodrigo de Larrucea, otro de los ponentes, ha dicho que “si dejamos ahogarse a las personas, seguro que no podrán pedir asilo”, y ha denunciado que “las ONG están haciendo el papel de los estados”, que “conocen perfectamente la legalidad internacional, pero la ignoran”.

Rodrigo ha criticado la política de “dejar navegar, pero no rescatar” que siguen los estados europeos “porque existe un deber jurídico de socorrer”.

El fundador de Open Arms ha acusado también a los partidos de crear un una alarma con los menores extranjeros no acompañados, porque “no es posible que unos 2.500 menores nos desestabilicen”.

Para Camps, estos menores son equiparables a los hijos de los migrantes del sur de España que llegaron a Cataluña en los años 60, y “hay que evitar que ahora pese un estigma sobre estos menores”.