PROYECTOS DE REGENERACIÓN URBANA // LOS BENEFICIADOS >> EN CATALUNYA

Bloques y callejones

El Periodico, 01-06-2006

Los ayuntamientos catalanes han logrado en los últimos 25 años revitalizar numerosos centros histó –
ricos o barrios nacidos con todas las taras del desarrollismo de los años 60 y 70, en el área metropolitana o en el interior del país. En muchos otros, los esfuerzos no han sido suficientes o los problemas han superado las posibilidades de las administraciones locales.

TRINITAT VELLA (BARCELONA)
Una zona aislada con aluviones migratorios

Antes de ser el barrio actual, Trinitat Vella era un extremo alejado del municipio independiente de Sant Andreu de Palomar, conocido como el Coll de Finestrelles. Hasta los años 50 y 60 fue una zona muy desierta, pero con el aluvión migratorio cambió radicalmente y los terrenos agrícolas se urbanizaron, en muchas ocasiones, fuera de control, con bloques de viviendas baratos que derivaron en una segregación urbana potenciada por el centro penitenciario, sobre el que hay voluntad de traslado.
Con el nuevo plan, el municipio propone eliminar las barreras que lo han seguido aislando del resto de la ciudad para, especialmente, unirlo a Trinitat Nova y, con ello, a todo el distrito. Pero también persigue potenciar la autoestima y recuperar el imaginario popular, mejorando la calidad de vida de los vecinos favoreciendo los procesos de integración de los últimos inmigrantes, que representan el 30% del censo (unos 8.000 habitantes).
Entre las actuaciones se prevé una biblioteca en la calle de Galícia, la adecuación de un local como centro cívico y la ampliación de las instalaciones del campo de fútbol. A parte de dotar de más equipamientos de uso colectivo, se tendrán más recursos sociales: un centro de atención para mujeres, otro para la infancia y un espacio de inserción laboral para mujeres inmigrantes. Asimismo, la plaza de Andreu i Abelló será más amplia, se urbanizará el sector Trinitat – Madriguera, habrá nuevo arbolado y se adecuarán espacios para contenedores. R. M. SANZ

CENTRO HISTÓRICO DE LLEIDA
Un casco viejo deteriorado pese a 12 años de obras

La gitana Antonia estaba ayer más que satisfecha. Ella misma fue quien le mostró al presidente Pasqual Maragall, en la visita que este hizo al barrio el pasado enero, las pésimas condiciones en que se encuentra la calle de los Cavallers, el eje neurálgico del casco viejo de Lleida. Por eso, piensa, también ella ha contribuido a que ahora vayan a invertir tanto dinero en la zona. El centro histórico es posiblemente la barriada más degradada de la capital del Segrià. También es, paradójicamente, la que más recursos públicos ha recibido desde 1994, cuando fue incluida en el programa de Áreas de Rehabilitación Integral de la Unión Europea.
El súbito desplome, en noviembre de 2005, de una vivienda de cuatro plantas, justo frente a la casa de Antonia, puso en marcha todas las alarmas en la ciudad. Las inspecciones técnicas que el ayuntamiento realizó tras el incidente pusieron de manifiesto el elevado grado de abandono de la barriada, pese a los 10 años consecutivos de inversiones que el barrio recibió entre 1994 y 2004, a través del ARI. “El plan de barrios nos va a permitir actuar en zonas a las que entonces no se pudo llegar”, explicaba ayer la concejala de Urbanismo, Marta Camps (PSC). El ayuntamiento espera regenerar la zona, donde se concentra la mayoría de la población inmigrante de la ciudad, con proyectos como la construcción de un polideportivo en la cara norte del Turó de la Seu Vella, la rehabilitación del convento de Santa Clara y la creación de un museo en el convento de Santa Teresa. M. J. IBÁÑEZ

STA. MARGARIDA DE MONTBUI
9.000 vecinos en bloques atroces y sin ascensor

El Ayuntamiento de Santa Margarida de Montbui (Anoia) recibió con un gran suspiro de alivio la inclusión de Sant Maure en el plan de ayudas la Generalitat. “Es la noticia más importante de los últimos años”, afirmó ayer pletórico el alcalde, Teodoro Romero (PSC), al conocer la adjudicación.
Sant Maure merece una consideración especial. Levantado entre los años 50 y 60, a dos kilómetros de distancia del núcleo antiguo, y colindante con Igualada, tiene 9.000 habitantes, la mayor parte de la población del municipio. Los 2.000 restantes viven en el pueblo original de Santa Margarida.
Atravesado por la carretera de Valls, Sant Maure creció con la inmigración de los años 60 y 70. Este barrio obrero, que se construyó sin criterio urbanístico, acoge un centenar de grandes bloques de pisos de atroz estética, la mayoría sin ascensor. El ayuntamiento ha intentado solventar el déficit general de equipamientos y servicios en el barrio, ha urbanizado un nuevo sector y ha empezado a lavar la cara de la zona de los torrentes.
Los más de 10 millones de euros aprobados ayer permitirán afrontar el mayor de los cambios del barrio. La carretera de Valls dejará sus aceras estrechas para convertirse en una gran avenida con preferencia peatonal. Se creará un gran centro cultural. Y se intervendrá en los edificios para modernizar las fachadas y mejorar los servicios. JOSEP SALLENT

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