Vietnam. Emigración

La ruta por Latinoamérica y España de los migrantes vietnamitas hacia Europa

La Vanguardia, Redacción. Eric San Juan, 14-11-2019

Ho Chi Minh (Vietnam), 13 nov (EFE).- España y algunos países de América Latina se han convertido en puntos de tránsito en las rutas elegidas para el tráfico de emigrantes ilegales vietnamitas que buscan establecerse en otros países europeos como Francia, Alemania o el Reino Unido.

Aunque la mayoría elige la ruta terrestre a través de China y Rusia, como apuntan las primeras investigaciones en el caso de los 39 fallecidos el mes pasado en el camión de Essex (este de Inglaterra), una minoría con mayor acceso a financiación opta por esta vía, según informaron a Efe fuentes policiales.

Mimi Vu, experta independiente en tráfico y trata de personas desde Vietnam, explicó a Efe que una de las última rutas detectadas es la de vietnamitas que van en grupos de turismo a Panamá, donde no necesitan visado para estancias cortas y en su viaje de regreso aprovechan la escala en España para quedarse en territorio europeo.

“Algunos quizá intentan ir de Panamá a Estados Unidos, pero no lo consiguen porque los controles fronterizos son muy estrictos, de modo que montan en un avión de vuelta a Vietnam, pero con parada en España”, indicó Vu.

Una vez en suelo español, destruyen su documentación para hacerse pasar por menores de edad, aprovechando la apariencia juvenil de muchos ciudadanos asiáticos.

“Cuando dicen que son menores, detalla, los sacan del aeropuerto, les llevan a un centro de donde normalmente les dejan irse. Después, un coche les recoge para llevarles primero a París y luego al norte de Francia”, punto de tránsito hacia el Reino Unido, donde existe una importante comunidad vietnamita.

“Sabemos que ocurre porque tenemos contactos con agentes de inmigración europeos y recibimos informes de vietnamitas que aparecen en España y también otros países como Francia”, señala la experta, que para su trabajo ha entrevistado a decenas de vietnamitas traficados a Europa.

Según fuentes policiales, que confirman el modus operandi descrito por Vu, otros países empleados en el último año como puente hacia Europa para vietnamitas son México y Chile.

Las mismas fuentes señalan que hubo un centenar de demandas de asilo de vietnamitas declarándose menores en aeropuertos españoles en 2018, una cifra que Vu considera muy elevada y que se suma a los que entran con visados falsos u obtenidos de forma ilegal.

El aumento de las demandas de asilo en los aeropuertos de Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Barcelona El Prat empujó a la Policía a iniciar el pasado año investigaciones que culminaron con la detención de 37 miembros de una organización acusada de introducir a 730 vietnamitas para su explotación en centros de manicura de todo el país.

La organización, que hasta su desarticulación había recaudado unos 13 millones de euros entre enero y diciembre de 2018, cobraba a cada inmigrante 18.000 euros con distintos métodos de pago para su viaje a España, lugar de recepción, explotación y también derivación a otros países europeos como Francia y Alemania, como en los casos que señala Vu.

En ese mismo año se denegó la entrada en España a algunas decenas de vietnamitas que habían aterrizado en aeropuertos españoles provenientes de Perú, México, Colombia, Ecuador y Uruguay, con visados presumiblemente en regla, pero vistos como sospechosos por las autoridades.

“Esos son imposibles de diferenciar de los turistas reales”, dice Vu.

Mediante un sofisticado sistema de lavado químico, los falsificadores consiguen reimprimir los datos que figuran en pasaportes robados e incluso logran modificar y copiar los chips electrónicos de los documentos.

España también es un punto de tránsito predilecto para los que optan por este modo de entrada, a menudo volando primero a Singapur y de allí a España, Francia o Alemania.

Esta opción suele estar incluida en el paquete VIP que los agentes de trata de personas ofrecen a los migrantes por precios de hasta 50.000 dólares.

Según los expertos, solo unos miles de vietnamitas sobre una población de 97 millones de habitantes tratan de migrar a Europa mientras que la mayoría, decenas de miles, terminan en países vecinos como China, Taiwán o Malasia.

Aunque millones de vietnamitas han salido de la pobreza en los últimos 25 años, el crecimiento ha beneficiado sobre todo a los grandes núcleos urbanos y ha dejado atrás a provincias rurales, azotadas por tifones y temporales, donde la emigración se percibe a menudo como la única esperanza.

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