Elecciones generales

Palma rural y barrios obreros, los graneros de votos de Vox

La formación de Santiago Abascal fue la más votada en las 5 localidades de la 'fora vila' de Palma desde Sant Jordi a Son Ferriol. En los barrios del 'cinturón rojo' le pisaron los talones al PSOE.

El Mundo, Indalecio Ribelles, 14-11-2019

Los 32.200 votos que Vox logró en la capital balear en las Generales del pasado domingo convirtiéndose en la tercera fuerza política de Palma no salieron de los barrios bonitos de la zona centro o de la periferia de chalés adosados.

Los grandes graneros de votos de la formación verde fueron las localidades de la denominada fora vila palmesana, tradicionalmente vinculada al PP o al regionalismo de centro derecha, y los barrios obreros de la capital balear, el denominado cinturón rojo.

Si en las cinco localidades agrarias palmesanas desde Son Ferriol a Sant Jordi, pasando por Es Pil.lari, S’Aranjassa o Casablanca fueron los más votados de todas las formaciones que concurrían a esos comicios, en los barrios más humildes, en concreto, en hasta 14 de ellos, fueron los segundos más votados tras los socialistas.

No fue ni Unidas Podemos (UP) ni los nacionalistas de Més per Palma sino una formación verde que le pisó los talones en muchos casos al PSOE en barrios como Son Cladera, Es Vivero, Rafal Nou, Rafal Vell, Son Forteza Nord, Son Gotleu, Can Capes, La Soledad, Nou Llevant, Cala Major, etcétera.

Barrios conflictivos, en muchos casos con grandes carencias en materia de infraestructuras, con notable presencia de población inmigrante y de familias de economías notablemente modestas con trabajos precarios o temporales.

Fue ese perfil de población la que se decantó en las urnas, primero por los socialistas, y como alternativa miró a las filas de Santiago Abascal. Por contra en los barrios bien del centro histórico palmesano y aledaños, Vox no obtuvo sus mejores resultados.

Ahí el PP recuperó su espacio electoral. Los populares remontaron el vuelo el pasado domingo frente a la debacle del pasado mes de abril. Si hace seis meses el partido de Pablo Casado fue el más votado en solo 6 barrios de la capital balear donde durante tres décadas hasta este año ha sido la formación hegemónica en las urnas. El pasado domingo superó con creces su paupérrimo registro de abril cuadruplicando su liderazgo en el número de barrios, en concreto, en 25 de ellos.

Se impusieron con comodidad en las calles del centro histórico en zonas como el Puig de Sant Pere, Jaume III, La Lonja-Born, Sant Jaume, Montesion, La Calatrava, El Mercat, Plaza Patines y en zonas residenciales como Sant Agustí, La Bonanova, Son Armadans, etcétera. Núcleos donde tradicionalmente ha obtenido sus mejores resultados y que el pasado domingo volvió a confiar en los populares y no así en la formación de Santiago Abascal.

Pese a dejarse más de 10.000 votos en Palma respecto a lo ocurrido en las Generales de la pasada primavera, los socialistas fueron por contra los grandes triunfadores de la noche por tercera vez consecutiva superando los 43.000 votos y conservando su hegemonía en 43 de los 78 barrios de la capital balear. Un registro por debajo del resultado histórico del mes de abril pasado donde la formación liderada por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se impuso en 54 barrios.

La debacle de la noche sin duda alguna se sufrió en la sede de Cs en las Avenidas de Palma. Si el 28-A se vivió una de las noches más ilusionantes desde que esta formación se presenta a las elecciones al quedar en segundo lugar, el pasado domingo, Cs padeció una hecatombe pasando de 37.000 a 13.700 votos dejándose la friolera de 24.000 apoyos. No ganaron en ni un solo barrio de la capital balear donde fueron superados a derecha e izquierda.

Hace seis meses el partido naranja del dimitido, Albert Rivera, fue el más votado en las zonas residenciales de la capital balear, donde no solo superaron al PP sino a todos los partidos que concurrieron a las urnas en hasta 13 barrios. Así sucedió en San Agustín, La Bonanova, Génova,Son Armadans, Son Rapinya, Son Xigala, Son Espanyol, El Amanecer o Establiments, entre otros.

Unos barrios que el pasado domingo se decantaron por votar al PP de Casado. Los socios socialistas de Unidas Podemos (UP) salvaron los muebles el pasado domingo (30.270 votos) pese a perder cerca de 5.000 apoyos y, en algunos barrios, conservaron su hegemonía, en concreto, en 4 de ellos: Cort, Arxiduc, Sindicato y La Misió, uno más que hace seis meses. Entonces lo hicieron en Sindicato, Sant Jordi y empataron con los socialistas en Es Jonquet. Los nacionalistas de Més Esquerra (4.200 votos) solo pasaron del centenar de apoyos en 11 barrios.

DATOS CLAVE EN PALMA

PSOE: el más votado en más de la mitad de barrios. En concreto, en 43 de los 78 barrios de la capital balear, once menos que lo cosechado en las Generales de abril donde se impusieron en 54 de ellos. Excepto en la zona centro, barrios residenciales y rurales, la mayoría socialista se extendió por el resto (43.018 votos), pese a perder 10.000 apoyos.

PP: recupera centro y zonas residenciales. Los populares se rehicieron de la debacle del 28-A cuando solo fueron los más votados en 6 barrios de Palma. El pasado domingo lo lograron en 25 para un total de 35.200 votos, 7.000 más que hace medio año. Recuperaron la vara de mando en la corona del centro y zonas residenciales como Son Armadans, La Bonanova, Génova o Sant Agustí.

Vox: ruralía y ‘cinturón rojo’. Los 8.000 votos más respecto a abril
cosechados la noche del pasado domingo (32.200) convirtieron a la formación de Santiago Abascal en la tercera fuerza política en Palma. Fueron los más apoyados en las 5 localidades de la fora vila palmesana, y segundos, en hasta 14 barrios obreros de la capital balear, desde Son Gotleu a Cala Major pasado por La Soledad o Nou Llevant, entre otros.

La debacle de Cs: de ganar en 13 barrios a 0. En 6 meses ha pasado del cielo al averno en los barrios de Palma. No solo se dejaron 24.000 votos el pasado domingo respecto a las Generales de abril (fueron segundos el 28-A) sino que no lograron ser los más votados en ninguna parte.

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