El ascenso de Salvini gracias a sus mentiras virales sobre inmigración

El líder de la Liga habla de «invasión», cuando Italia recibe muchos menos de la mitad de inmigrantes que España

ABC, Ángel Gómez Fuentes, 04-11-2019

En Italia la inmigración sigue siendo tema central de la actualidad, mientras que en España, que recibe más del doble de inmigrantes que el país transalpino, apenas se habla y casi parece haber desaparecido como problema. Ayer mismo en Italia se debatía sobre «la invasión de la inmigración», porque según el exministro del Interior, Matteo Salvini, «los desembarcos se han triplicado». El líder de la Liga califica al nuevo Ejecutivo como «el gobierno de la invasión», lo que es falso a todas luces, una mentira que la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, desenmascaró ayer mismo. Los datos hablan por sí solos: «En lo que llevamos de año, en Italia han desembarcado 9.600 inmigrantes –la mayoría llega en pequeñas embarcaciones, no en naves de las ONG–, lo que supone una reducción del 56 %, con relación al año anterior», según Lamorgese. Mientras tanto, en España un total de 22.247 inmigrantes llegaron en patera a las costas españolas en los 10 primeros meses del 2019, lo que supone una reducción del 53,3 % en relación con el 2018.

Es lógica la preocupación de Italia por la inmigración, sobre todo teniendo en cuenta la proximidad de Libia, con una interminable guerra civil y con decenas de miles de inmigrantes que viven en campos de refugiados en condiciones infrahumanas con la esperanza de partir hacia Europa. Pero, como dice la ministra Lamorgese, «no existe invasión y está aumentando la repatriación de inmigrantes a sus países de origen».

Desacreditar a la ministra
Frente al desmentido de Lamorgese, su sucesor Salvini utiliza su impresionante máquina propagandística para desacreditar a la ministra, que es una gran experta en inmigración, asegurando que no se entera de los datos de su ministerio. El líder de la Liga lanza diariamente más de veinte mensajes en las redes sociales, para hablar sobre todo de inmigración y seguridad. Su aparato de propaganda es conocido como «La Bestia» –nombre copiado de la campaña electoral de Obama, que lo impulsó a la Casa Blanca–, a cuyo frente está Luca Morisi, de 46 años, un conocido experto en imagen al servicio de Salvini.

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Actualmente, Salvini está ya empeñado en la campaña electoral para los comicios del 26 de enero 2020 en Emilia-Romagna, una región feudo de la izquierda durante medio siglo, que Salvini espera conquistar como hizo el pasado domingo en Umbria, otra región «roja» en los últimos 49 años. Su bandera electoral es inmigración y seguridad. Su despliegue en las redes sociales vuela ya casi a nivel de crucero como hizo en las elecciones europeas del 26 de mayo, en las que durante una campaña de cinco meses, según los datos recogidos por el Corriere, en Facebook lanzó una media de 17 post diarios, muchos de ellos en directo y de larga duración; tuvo 61 millones de interacciones y más de 5 millones de horas de vídeos visualizados.

La estrategia T-R-T
La cosecha de ese esfuerzo ha sido alta: la Liga se convirtió en el primer partido en las europeas, con el 34% de los votos, y ha vuelto a serlo tras los comicios en Umbria (37 ). Un resultado que se debe a la combinación perfecta que hace Salvini a partir de tres siglas: T-R-T (televisión, Red y territorio). Se patea palmo a palmo la región donde se celebran elecciones, acompañado de su maquinaria de propaganda en las redes sociales, con mensajes que calan en la gente. Se explica así que el 73 % de los italianos, según el Instituto Cattaneo, sobrestime la presencia de los inmigrantes en Italia: El porcentaje de extranjeros en este país no llega al 10, pero los italianos tienen la percepción de que llegan casi al 30%.

«La Bestia», una inmensa maquinaria de propaganda
La Bestia· es una impresionante máquina de propaganda que cuenta con 35 expertos digitales, cubriendo la vida pública y privada de Salvini las 24 horas del día, incluidos festivos” según el Corriere della Sera. Los números de «La Bestia» constituyen un récord: ha capturado casi seis millones de seguidores para el «Capitano» –así lo llaman sus fieles– (3,8 millones en Facebook, 1,8 en Instagram y 1,2 en Twitter). Salvini no tiene rivales. Por citar solo Facebook, a mucha distancia lo sigue Luigi Di Maio (poco más de dos millones), Grillo (menos de dos millones) y Matteo Renzi (con poco más de un millón).

«La Bestia» tiene un alto costo. Durante los 14 meses de Salvini en Interior, Luca Morisi tuvo un contrato con el ministerio de 65.000 euros mensuales, y otros cinco miembros del equipo social percibían más de 41.000 euros. En un año, Interior pagó 315.000 euros a seis componentes del equipo de «La Bestia». Aparte están las donaciones a la Liga para «Salvini premier»: dos millones de euros entregaron 187.000 contribuyentes de la Liga en el 2018, cifras que están aumentando en este año.

La difusión del mensaje de Salvini es capilar, llega prácticamente a casi todos los electores, gracias a los repetidores digitales. Al menos un millón de fieles seguidores reciben el enlace de los post sobre una chat de WhatsApp e inmediatamente lo comparten en su propia página Facebook y lo relanzan en otras chat.

Salvini tiene detrás un acorazado que no conoce parangón en Italia ni en el extranjero. Con relación a la población, la maquinaria social «La Bestia», teniendo en cuenta su coste, tiene una mayor eficacia que la del presidente de EE.UU. Donald Trump o la del brasileño Jair Bolsonaro.

Frente a esa máquina propagandística, la ministra Luciana Lamorgese no tiene ni una sola cuenta en las redes sociales y raramente concede una entrevista a los medios de comunicación.

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