Cada vez más habitantes de Bilbao reciben las ayudas de emergencia social, concedidas a los residentes más necesitados para hacer frente a servicios tales como al alquiler de la casa, las reparaciones domésticas o la compra de ropa. Según datos del área de Acción Social, el número de vecinos que percibe los fondos ha crecido un 23% de 2004 a 2005, siendo el incremento más notable en el caso de las personas extranjeras – hay un 34% más de beneficiados por la ayuda en ese período – . Casi a la par, su población se ha duplicado en la capital vizcaína al pasar de 10.798 empadronados en 2002 a 19.825 el año pasado.

La estadística forma parte de un balance oficial realizado por la concejalía sobre las ayudas de emergencia social, a petición del Partido Popular. Estos recursos proceden de las arcas del Gobierno vasco y son gestionados por los ayuntamientos entre sus residentes. Con los datos en la mano, el portavoz del PP, Antonio Basagoiti, hizo ayer dos consideraciones. Como reflexión general, advirtió de que «cada vez hay más gente al borde de la pobreza» en Bilbao.

Como lectura política, se centró en la interpretación de los datos referidos a los inmigrantes, una cuestión que pretende situar entre sus prioridades del final del mandato. El concejal ya había anunciado su intención de «poner encima de la mesa» el debate de la inmigración «sin demagogias, utopías ni racismos».

«Más formación»

Basagoiti aseguró que el incremento de perceptores entre los extranjeros de Bilbao demostraría que «las políticas de integración laboral han fracasado». A su juicio, las instituciones deberían promover más «la formación» de los inmigrantes en busca de trabajo que «poner el acento en la ayuda». En un intento por evitar una eventual lectura xenófoba de su discurso, el también presidente del PP de Vizcaya se vio en la necesidad de reiterar que su partido «no cuestiona» el reparto de recursos entre los inmigrantes y añadió: «si los merecen, todo el mundo tiene derecho a percibirlos».

Basagoiti subrayó el crecimiento de perceptores extranjeros – uno de cada tres beneficiados por las ayudas sociales de emergencia en Bilbao es inmigrante – y lo vinculó a las «fallidas» iniciativas del Gobierno vasco y el Ayuntamiento: «Colaborar y fomentar su preparación sí. Pero no sólo para que paguen sus electrodomésticos. Lo fácil es derivarles a la ayuda a fin de mes. Lo difícil es colocarles a trabajar».