Aprender a cocinar, cambiar una bombilla, suscribir el contrato de la luz, resolver conflictos y hasta conocer las claves que están detrás de la violencia de género; ejercitar la paciencia y conocer la disciplina para poder adaptarse a un trabajo y hacer prácticas en empresas para adquirir un oficio y también para que el empleador tenga conocimiento directo del chico que, si funciona, puede llegar a quedarse con el puesto. Junto a talleres de formación, éstas son algunas de las ‘materias’ impartidas por la Fundación Diagrama que, a través del acuerdo que mantiene con la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, prepara a 225 jóvenes – 111 inmigrantes – que han pasado por centros de protección o por familias de acogida para una independencia que en poco tiempo deberán afrontar definitivamente.

Aunque del total, 40 siguen bajo la tutela de la Administración autonómica por no haber alcanzado aún la mayoría de edad, el grueso sí ha superado ya los 18 años e incluso hay chicos que ya han cumplido los 25. Así que están fuera de los centros, pero no por ello dejan de contar con el apoyo de la Junta que, a través de este tipo de programas, pretende facilitar su incorporación al mundo adulto.

La Fundación Diagrama lleva trabajando en Málaga ocho años, durante los cuales ha prestado apoyo a 900 chavales. Ayer inauguró nueva sede, en un acto que contó con la presencia de la consejera de Igualdad, Micaela Navarro, que recordó que el programa busca orientarles y apoyarles en su proyecto de vida individual.