Dos hombres se enfrentan a 39 años de cárcel acusados de violar a una prostituta en Ferrol

La Voz de Galicia, 30-05-2006

Treinta y nueve años de prisión y una indemnización de 60.000 euros es la pena a la que se enfrentan Gregorio Gabarri, de 42 años, y Ramón Salazar, de 32, acusados de participar en la violación en grupo de una mujer en Ferrol en enero del 2004. Ayer se sentaron en el banquillo de la Audiencia Provincial de A Coruña y no hicieron otra cosa que negar los hechos.

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Había otros dos procesados, pero uno falleció y un cuarto presunto implicado en el suceso nunca pudo ser identificado.

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Según el fiscal, la mujer, de nacionalidad brasileña y entonces prostituta, caminaba a las seis de la mañana del 30 de enero del 2004 por la calle Río Castro, de Ferrol, en dirección a una cabina de teléfono, cuando fue abordada por cuatro hombres de raza gitana que iban en un coche. Le preguntaron una dirección y como la chica siguió su camino, uno de ellos – el que no pudo ser identificado – se apeó del vehículo, le colocó un cuchillo en la espalda y la obligó a subirse al vehículo tras decirle que no gritase. Con la mujer en el asiento trasero y agachada entre las piernas de Gregorio y Ramón – siempre según el relato del fiscal – que la amenazaban con una navaja, condujeron durante media hora hasta una casa aislada en el campo, en un lugar no concretado.

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Una vez dentro, según la acusación, le dieron a la chica de beber una sustancia que la mareó. Gregorio obligó a la mujer a punta de cuchillo a desnudarse y le dijo que sabía que le gustaba, «ya que trabajaba en un club de alterne».

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La penetró vaginalmente y el hombre no identificado la obligó a hacerle una felación. Después, se intercambiaron las posiciones. Mientras, Ramón y el hombre ya fallecido contemplaban la escena e intimidaban a la víctima.

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Al terminar, le arrebataron cinco euros y le permitieron que se vistiera, la metieron en el coche y la abandonaron en una calle de Ferrol.

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Juicio suspendido

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El juicio tuvo que suspenderse en cuatro ocasiones ante la incomparecencia de la víctima, pues, según el fiscal, está amenazada de muerte. Pero el tribunal decidió comenzar el proceso con la declaración de los procesados y de los testigos de la defensa, mientras que la comparecencia de la mujer que supuestamente fue violada quedó pendiente de su localización.

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El primero en declarar fue Gregorio Gabarri. Juró que aquella madrugada estaba durmiendo en su casa y que apenas frecuentó en su vida el club de alterne donde trabajaba la víctima. «Yo no soy de esa clase de personas», manifestó.

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Algo parecido dijo su primo Ramón. Aseguró que jamás había ido a un prostíbulo y que nunca salió con Gregorio por la noche. También negaron que durante los días que siguieron a que la víctima pusiera la denuncia la amenazasen.

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