Sarajevo, 21 oct (EFE).- Las autoridades del cantón bosnio de Una-Sana han reclamado al Gobierno central del país la urgente reubicación de los refugiados del campo de Vucjak, cuyas condiciones han sido calificadas de inhumanas por Naciones Unidas.

Un grupo de gestión, integrado por el gobierno cantonal y los ayuntamientos de la zona, ha reclamado el trasladado de las mil personas que se estima malviven en este campo, al que las autoridades locales han cortado hoy el suministro de agua y el servicio de recogida de basuras por falta de recursos económicos.

De momento, será el gobierno cantonal el que asuma la prestación de esos servicios básicos, pero sólo hasta el final de año.

El cantón de Una-Sana, en la frontera con Croacia, concentra a casi todos los refugiados que llegan a Bosnia. Sus autoridades denuncian que no reciben ninguna ayuda del Gobierno central en la gestión de la crisis.

La Cruz Roja local, la única organización humanitaria que asiste a los inmigrantes en el campo, anunció que a partir de hoy tendrá que reducir de dos a uno los repartos diarios de comida.

Naciones Unidas ha advertido en varias ocasiones del riesgo de un agravamiento de la crisis humanitaria en el campo de Vucjak, instalado sobre un antiguo vertedero de basuras, rodeado de campos de minas y sin agua corriente, electricidad ni médicos.

La Unión Europea también ha pedido la clausura del campo.

Desde el año pasado, unos 40.000 inmigrantes han llegado a Bosnia-Herzegovina en un intento de alcanzar el norte y centro de Europa.