Madrid – Canarias vivió ayer una de sus jornadas más negras desde que
comenzase la avalancha de inmigrantes en sus costas. Once cayucos, en los
que viajaban cerca de 800 de inmigrantes, llegaron a las islas.
   Pasadas las 21.00 horas fueron avistadas las dos últimas embarcaciones,
una de ellas en la zona de Los Abrigos, en el municipio de San Miguel de
Abona, que fue escoltada por el buque de Salvamento Marítimo «Salvamar
Tenerife» hacia el puerto de Los Cristianos, en Arona, Tenerife. La
segunda fue escoltada por el «Salvamar La Palma» hacia el puerto de La
Restinga, en el municipio de Valverde (El Hierro).
   Horas antes,
llegaron a Fuerteventura 115 inmigrantes, cinco de ellos bebés, a bordo de
otras tres pateras.
   En Tenerife, dos embaraciones dejaron durante la
mañana a otros 186 inmigrantes indocumentados. La primera barcaza, en la
que viajaban 96 personas, fue avistada por la Guardia Civil a media milla
de la zona de Las Galletas, indicaron fuentes de Salvamento Marítimo. Una
patrullera de la Guardia Civil que salió a su encuentro localizó otro
cayuco con 90 inmigrantes. Otra embarcación fue localizada en torno a las
9.00 a una milla y media de distancia de la costa de Agüimes, al sureste
de Gran Canaria, donde salió a su encuentro una embarcación de rescate de
la sociedad estatal. Viajaban 85 ocupantes, incluidos una mujer y un menor.
   Una cuarta embarcación fue avistada a unas 35 millas de distancia del sur
de Tenerife, y en ella viajaban 105 inmigrantes, que fueron derivados
hasta el muelle de Playa Santiago, en La Gomera. Y a Gran Canaria llegaron
otros 85 susaharianos.
   Esta oleada de cayucos coincidió con el
anuncio por parte de la UE de que desplegará a partir de esta semana en la
costa de África Occidental un dispositivo para contener el incesante goteo
de embarcaciones repletas de inmigrantes «sin papeles» con destino a
Canarias, según un plan español asumido ayer en Madrid por representantes
de la UE y de las embajadas de ocho países europeos. Así, a partir de este
viernes, cinco patrulleras, una cifra igual de helicópteros y un avión de
apoyo y varios oficiales de enlace, todos ellos pertenecientes a nueve
estados miembros de la UE, intentarán devolver a tierra las embarcaciones
de las mafias que trafican con seres humanos desde la costa africana.