OPERACIÓN POLICIAL EN LA ZONA ALTA DE BARCELONA
Cuatro detenidos por 28 robos en Sarrià-Sant Gervasi
El Periodico, 30-05-2006Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado jueves a cuatro personas acusadas de 28 robos y hurtos cometidos en su mayor parte en la zona alta de Barcelona, en el distrito de Sarrià – Sant Gervasi, entre el 19 de noviembre del 2005 y el 13 de abril del 2006.
Los detenidos son Dgillali N. S., de 27 años y nacido en Marsella; los argelinos Omar N., de 26 años, y Josef M., de 36, y la española Teresa F. M., de 27 años. Tras pasar a disposición judicial, el juez decretó el ingreso en prisión de Dgillali N. S. y dejó en libertad con cargos al resto, según los Mossos.
El primero en ser arrestado fue Dgillali N. S., que fue pillado in fraganti el 13 de abril en la avenida de la Meridiana. Las declaraciones de este y el testimonio de algunas víctimas llevó a los Mossos a poder detener al resto del grupo. La policía autonómica les acusa de 16 robos con violencia e intimidación, de 12 hurtos y de tres faltas de daños, indicaron fuentes de los Mossos. Los presuntos ladrones utilizaban para todos los delitos dos ciclomotores que eran propiedad de Teresa F. M, aunque la mujer no disponía del permiso necesario para circular.
VIOLENCIA EXTREMA
Más de la mitad de los delitos que se imputan a los cuatro detenidos son robos con intimidación y violencia que cometían utilizando el método del tirón. Muchas veces, los ladrones actuaban en calles con aceras anchas, en las que el motorista podía subir sin problemas a la acera y acercarse por la espalda a la víctima sin que esta tuviera tiempo de reaccionar.
Cuando el conductor del ciclomotor iba solo, se detenía junto a la víctima y realizaba el tirón y acto seguido salía huyendo. Si iban dos cometían el robo en marcha. Según la policía autonómica, los autores de los robos utilizaban “una violencia extrema”, ya que algunas de las víctimas cayeron al suelo al ser robadas y sufrieron contusiones.
Los Mossos explicaron que los hurtos los acostumbraban a cometer utilizando distintos trucos para despistar a conductores, desde simular un problema mecánico (el método de los peruanos) hasta decir al conductor que tenía un gato muerto debajo del coche. Pero el sistema más habitual era el del pincharruedas.
MUJERES Y EXTRANJEROS
Los ladrones, por lo general tres, iban en dos motos. Una vez habían escogido a la víctima, que solían ser mujeres solas o extranjeros, uno de ellos le pinchaba la rueda del coche con una navaja o un punzón cuando se detenía en un semáforo. Unas calles después, uno de los ocupantes de la segunda moto le avisaba de que circulaba con un reventón. El conductor, sorprendido, bajaba para comprobar si era verdad y mientras dos de los delincuentes le distraían y le indicaban cómo podía llegar al taller más cercano, otro se llevaba todo lo que podía del interior del coche.
(Puede haber caducado)