«Hay leyes establecidas pero nadie sanciona nada; tenía que haber medidas para el entrenador, los padres y los niños»

Según el relato de Pascual, en un lance del partido en el que su hijo encaró al portero rival, éste le insulto dos veces por su color y el árbitro, sin federar, lo expulsó. Luego, el hijo de esta tudelana también fue expulsado por insultar a un rival que le agarró de la camiseta. «Le estaban dando muchas patadas y empujones. Entiendo que mi hijo estuviera al borde de saltar, pero me parece bien que lo expulsaran, como a otros», dijo, a la vez que recordó que su hijo ya le había dicho que tenía dudas de jugar ante el Murchante porque en el partido de ida ya recibió insultos.

Elena Pascual explicó que los insultos a su hijo por ser negro se repiten tanto en el fútbol como en el colegio. «He detectado está situación en toda la vida cotidiana. En el colegio tampoco han hecho nada aunque lo he intentado. Estoy cansada de callarme».

La principal queja de Pascual es que no se sancione a nadie y que no se reflejara nada en el acta. «Hay leyes establecidas, pero nadie sanciona. Tenía que haber consecuencias para el entrenador, los padres y los niños. Si se hubieran tomado medidas yo no estaría en esta rueda de prensa».

Por su parte, Jesús Jiménez, de Sos Racismo, recordó que el problema principal es el educativo, «sobre todo desde los padres». «Se firmó un protocolo entre organismos deportivos para combatir estos temas, pero lo que hace falta es que se apliquen. Es lamentable que esto ocurra con niños», dijo. Otra madre de un compañero del hijo de Pascual, Mari Paz Gallego, apuntó que los niños pueden cometer errores, «pero tiene que haber un adulto que le diga que no está bien». Por último, el técnico del San Javier, Fermín Martínez, dijo que los entrenadores tienen que cortar estos temas «de raíz».

Al finalizar la rueda de prensa, acudió a la misma el coordinador de la cantera del Murchante, David Jiménez, quien charló con la madre y le pidió disculpas por lo sucedido.